Economia

Rato acusa al Banco de España de empujarle a la fusión de Bankia

Dice que el supervisor le «conminó» a negociar con Bancaja y revela que Economía rechazó su plan, que solo requería 7.000 millones

MADRID. Actualizado: Guardar
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«El gobernador del Banco de España me citó con urgencia en su despacho, me pidió que Bancaja estuviera en la fusión con Cajamadrid y me conminó a negociarlo con rapidez». Con estas palabras, el expresidente de Bankia Rodrigo Rato derivó la responsabilidad de una fusión que ha acabado siendo la más gravosa de la historia para las arcas públicas y un fiasco para sus accionistas. Es una exposición del proceso completamente dispar de la presentada por el exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez hace dos días en la misma Comisión de Economía del Congreso. Ordóñez aseguró que los responsables de la fusión habían sido los gestores: «Es el gestor el que decide, si uno ve que no va a salir adelante dice que no, como hicieron Cajasur con la CAM o Unicaja con CCM». Y rechazó tajante que él hubiera «puesto una pistola a nadie» para la fusión, como en algún momento llegó a acusarle Esperanza Aguirre.

En la réplica y emplazado por el portavoz socialista Valeriano Gómez, Rodrigo Rato matizó su afirmación señalando que había sido «conminado a negociar, pero no forzado a la fusión». Durante la exposición sobre su gestión en Cajamadrid y Bankia, Rato repitió varias veces que cada paso de la fusión fue conocido y controlado por el Banco de España y que le «tranquilizó» sobre la situación de Bancaja que había sido «revisada por inspectores del Banco de España».

También en la salida a Bolsa fue empujado por el Banco de España y el Ministerio de Economía, a tenor de sus declaraciones. Rato argumentó que la salida a Bolsa era necesaria para capitalizar la entidad y respecto a si se hizo en el momento más oportuno señaló que no había otro. «Todos nuestros asesores nos advirtieron de que si dejábamos pasar el verano se cerraría la ventana». Aun más: «Tanto el Gobierno como el Banco de España nos trasladaron su preocupación por las consecuencias que tendría que Bankia no saliera a Bolsa», acusó Rato, y añadió que el Banco de España les instó a ser «más ambiciosos» en la salida a Bolsa y «aprovechar la ocasión para lograr entre 3.000 y 4.000 millones de euros» en lugar de los 1.795 millones que necesitaban. Rato se encuentra imputado en la Audiencia Nacional junto con otros 32 consejeros de Bankia y BFA por presuntos delitos de estafa, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida por la salida a Bolsa.

A las preguntas reiteradas por los diputados de cómo se podía pasar en unas semanas de presentar beneficios de 306 millones -las cuentas de Rato- a unas pérdidas de más de 3.000 millones -las cuentas de Goirigolzarri-, el expresidente rechazó que hubiera ningún agujero y que lo que variaba eran las estimaciones de futuros deterioros que se adelantaban. «Son cambios contables, que no afectan al resultado operativo», explicó. A continuación, destacó que el plan de saneamiento y recapitalización que él había diseñado exigía bastante menos dinero de las arcas públicas que el reclamado por la actual dirección de Bankia: 7.000 millones frente a 23.400. Su plan fue rechazado por el Ministerio de Economía, lo que provocó su dimisión. Rato también acudió al Congreso a justificar su gestión. «Yo he resuelto problemas», concluyó.

No lo vio así la diputada de UPyD Irene Lozano: «Bankia ha ido a la ruina y ha llevado a la ruina al país». El portavoz socialista, Valeriano Gómez, señaló que la semilla de la crisis de Bankia fue sembrada antes de que llegara Rato pero que su ceguera ante la burbuja inmobiliaria cuando era vicepresidente económico del Gobierno de Aznar es el error que estamos pagando. El portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, criticó la nacionalización de Bankia por «inoportuna» y porque ha generado un «descrédito importante y un incremento desproporcionado de la prima de riesgo».