Francia pide acelerar la unión bancaria
De Guindos y su homólogo francés, Pierre Moscovici, se comprometen a avanzar en la recapitalización directa de los bancos El presidente Hollande aboga por una ejecución firme de los acuerdos de la última cumbre europea
PARÍS. Actualizado: GuardarEn sintonía con la voluntad del Gobierno español, el presidente francés, el socialista François Hollande, abogó ayer por una «ejecución rápida y firme» de los acuerdos de la última cumbre europea para poner en marcha cuanto antes la unión bancaria. Los ministros de Economía de los dos países, Pierre Moscovici y Luis de Guindos, se comprometieron en París a una negociación que permita recapitalizar directamente antes de fin de año a los bancos con problemas sin pasar por los estados.
Con la implicación personal de su jefe del Estado y de su titular de Economía y Finanzas, Francia despejó al máximo nivel la incertidumbre generada la víspera por la desautorización por parte de París y Roma a un comunicado presentado como conjunto de los tres gobiernos por el Ministerio de Asuntos Exteriores español. El controvertido texto preconizaba la ejecución inmediata de las propuestas alcanzados en el Consejo Europeo del 28 y 29 de junio, expresión idéntica a la empleada ayer por Hollande para eliminar la confusión creada entre las tres capitales de las principales economías del sur de la eurozona.
La posición oficial del presidente francés fue planteada ante el Consejo de Ministros y revelada al término de la reunión por la portavoz del Gobierno, Najat Vallaud-Belkacem. «El mensaje del presidente es en el fondo que los estados deben tener una capacidad de reacción equivalente a la de los mercados», explicó la encargada de comunicar lo tratado por el Gabinete galo en su sesión semanal en el palacio del Elíseo.
Calendario
Por su parte, Moscovici y De Guindos explicitaron en un balance conjunto el calendario de la negociación cuando el comunicado emitido tras la reunión la víspera en Berlín del ministro español de Economía con su homólogo alemán, Wolfgang Schaüble, no aludía a ninguna fecha. «Nuestra estrategia común para la estabilidad de la zona euro incluye la adopción antes de fin de año de un mecanismo integral de supervisión para los bancos de la zona euro que implique al Banco Central Europeo (BCE)», precisó el texto redactado en París. Los ministros francés y español, que no comparecieron ante la prensa, se comprometieron a una «negociación rápida» tras el verano a la espera de las propuestas de la Comisión Europea «de aquí a septiembre».
El mecanismo de supervisión bancaria, que no debería estar listo antes de final de año, «abrirá la vía a recapitalizaciones directas con condicionalidad apropiada», la solución preconizada por Madrid al desligar el riesgo financiero del soberano.
Como el de Berlín, el comunicado de París dictaminó que el disparado nivel actual de los tipos de interés «no refleja los fundamentales de la economía española, su potencial de crecimiento y la sostenibilidad de su deuda pública». Pero introdujo la variable del crecimiento, ausente del texto consensuado con Schäuble, caballo de batalla de la nueva administración socialista desde su acceso en primavera al poder de Francia.
En una muestra inequívoca del interés que despierta a ambas vertientes de los Pirineos, el concepto fue repetido un par de veces en las dos frases siguientes del comunicado. «La pronta implementación del programa de asistencia financiera es esencial para restaurar la confianza y las condiciones para el crecimiento», proclamaron. «Confiamos plenamente en que ello será una contribución esencial a que España vuelva al camino del crecimiento sostenible», insistieron Moscovici y De Guindos.