Los pequeños elefantes blancos

Estos días puede verse en los cines de toda España una película, dirigida por Pablo Trapero y protagonizada por Ricardo Darín, llamada 'Elefante blanco'. El punto de partida de la cinta es la lucha contra la miseria extrema de un grupo de sacerdotes y trabajadores sociales en un paupérrimo barrio de Buenos Aires. La mayor concentración de marginados se produce en un edificio abandonado. Con base real, ese inmueble refleja el que iba a ser mayor hospital de toda América Latina. Cuando ya había sido construido y llegaba la fase del equipamiento, la crisis del corralito paralizó el proyecto y lo convirtió en uno de los mayores edificios abandonados del mundo. Pronto se convirtió en refugio diario de miles de personas sin hogar y sin techo. 'Elefante blanco' es el nombre coloquial que se le da a ese edificio por el hospitalario color de su fachada. El caso del abandono del centro de salud mental en Puerto Real recuerda, con una abismal diferencia de tamaños, a ese caso. La Diputación Provincial confió ese inmueble a la Junta de Andalucía para que lo gestionara y le diera uso.

Meses de inacción después, el resultado es un abandono total, con documentación sanitaria tirada por el suelo, vandalismo generalizado, destrozos absolutos y saqueo de todo lo valioso que pueda contener.

El caso del edificio puertorrealeño confirma que la Junta de Andalucía se ha quedado sin capacidad para gestionar su propia red de centros. Además de los recortes camuflados, pero que los pacientes perciben, empiezan a ser frecuentes los abandonos absolutos de complejos, edificios o proyectos. Quedan absolutamente paralizados, sin presupuesto, ideas ni responsabilidad que supongan una esperanza de aprovechamiento futuro. Puede que el centro de Puerto Real sea mucho más pequeño pero anuncia que muy pronto en Cádiz los 'elefantes blancos' serán frecuentes y visibles.