Una mujer sostiene una imagen de Payá durante su funeral. :: ADALBERTO ROQUE / AFP
MUNDO

La Iglesia católica despide a Payá

La jerarquía eclesiástica olvidó sus diferencias con el líder opositor cubano y se volcó en un funeral en el que se leyó un mensaje del Papa

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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Las relaciones de Oswaldo Payá Sardiñas, opositor de fuertes creencias religiosas, con la jerarquía católica cubana no fueron todo lo buenas que cabría suponer. Pero después de su muerte la Iglesia resolvió obviar las diferencias y protagonizó el velatorio y el entierro de esta destacada figura política, arrebatando a la disidencia la politización de su sepelio. El entierro del fundador del Movimiento Cristiano Liberación de (MCL) se llevó a cabo ayer en medio de un respetuoso silencio a petición de su viuda, Ofelia Acevedo, después de la misa concelebrada por 30 obispos y sacerdotes y presidida por el cardenal Jaime Ortega.

Benedicto XVI envió un mensaje de condolencia a través de la Nunciatura, que se leyó al término del oficio religioso que había comenzado a las 8.20 horas. El Arzobispado y la revista Espacio Laical difundieron notas de pésame por la pérdida de tan destacado católico.

En el templo San Salvador del Mundo, al que Oswaldo Payá, que murió el lunes a los 60 años, acudía desde niño, se apiñaron más de 400 personas. La mayoría lo acompañó después hasta el cementerio de Colón, donde sus restos fueron depositados en el panteón familiar pasadas las 11.00 horas. Acevedo pidió a los presentes que no pronunciaran consignas para no politizar el acto, después de que numerosas personas recibieran el féretro el lunes ente gritos de «¡Libertad!». Pero ayer el silencio se apoderó de la iglesia donde había sido velado su cadáver durante toda la noche, rodeado de numerosos centros y coronas de flores enviados hasta por el obispo de Praga y la República Checa. Tras la misa, en la calle, un grupo de opositores prorrumpió en consignas, aunque rápidamente fueron contenidos por la Policía. Por otra parte, en Bayamo continuaba anoche retenido el español Ángel Carromero, de 27 años y dirigente madrileño de las Nuevas Generaciones del Partido Popular. Se encontraba en Cuba con visado de turista. El domingo, a las seis de la mañana, viajaba en un vehículo con el sueco Jens Aron, Oswaldo Payá y el colaborador del líder opositor Harold Cepero desde La Habana hasta Bayamo (a 740 kilómetros al sureste de la isla). Cuando faltaban 20 kilómetros para llegar al destino, el automóvil que conducía Carromero se estrelló.

Camión misterioso

La hija de Payá, Rosa María, aseguró que los políticos extranjeros llamaron a sus respectivos países contando que un camión los embistió para sacarlos de la vía. Por ello, parte de la oposición azuza la teoría de la conspiración. Otros creen en la fatalidad del accidente desde que se filtró que Carromero dijo no haber visto una señal que aconsejaba reducir la velocidad. La vía estaba en malas condiciones y, según su declaración, entró en un bache que le hizo perder el control y terminar chocando contra un árbol. Su suerte se presenta oscura.

La ley cubana contempla penas de hasta 15 años a quienes provoquen la muerte de una persona en accidente de tráfico. Si se suma que realizaba actividades no contempladas en su visado, podría ser castigado con penas aún más duras.