ESPAÑA

Cataluña se sumará a Valencia y Murcia en el fondo de rescate autonómico

La segunda comunidad con mayor PIB reconoce que no tiene acceso a más «banco» que el Gobierno de España

MADRID. Actualizado: Guardar
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No había ninguna duda de que acabaría pasando pero la confirmación ha llegado. Cataluña, una de las comunidades autónomas con más peso sobre el PIB español, la segunda después de Madrid, también solicitará la asistencia financiera del Estado y se acogerá al fondo de rescate creado por el Ejecutivo a semejanza de los mecanismos europeos. «En la actual situación -admitió el consejero de Economía, Andreu Mas Colell en la cadena británica BBC- Cataluña no dispone de otro banco que el Gobierno español».

Es la tercera autonomía que da un paso al frente y, en cierto modo, se 'significa'. La primera en admitir que no tenía otra manera de financiar su déficit, pagar a proveedores y hacer frente a los vencimientos de deuda de este año fue la Comunidad Valenciana; que, de hecho, es la única que formalmente ha solicitado su adhesión al fondo. Después le siguió Murcia, aunque fue algo menos clara a la hora de admitir su situación. Aragón también reconoció ayer que estudia acudir al fondo.

La reacción de los mercados tras el 'destape' del Gobierno valenciano no anima al resto de los ejecutivos autonómicos a mojarse, pero tarde o temprano tendrán que hacerlo porque son muchos los que se encuentran en una situación crítica. El caso de Cataluña era palmario. Es la comunidad más endeudada de España, un 20% de su PIB según los últimos datos del Banco de España, y necesita algo más de 7.000 millones de euros contantes y sonantes para aguantar lo que queda de 2012.

La Generalitat llevaba, no en vano, todo el año reclamando al Estado un mecanismo que le permitiera lograr la liquidez que, tanto a ella como al resto de las autonomías, le niegan los mercados. «No nos importa cómo lo haga, pero nosotros tenemos que hacer frente a pagos a fin de mes», llegó a decir en un grito desesperado su presidente, Artur Mas, a finales del pasado mes de mayo. Una vez aprobado el Fondo de Liquidación Autonómica (FLA) en el Consejo de Ministros del día 13 matizó que debía estudiar las condiciones. Pero solo ganaba tiempo. «Así es la vida -admitió ayer Mas-Colell- todo el mundo conoce la situación de los mercados».

Ahora, como antes ocurrió con el 'salvavidas' europeo al sistema bancario español, todos se afanan por evitar que se utilice el término «rescate». Si Mariano Rajoy se aferró el pasado 9 de junio a palabras de significado menos alarmante como «línea de crédito ventajosa», el portavoz del gobierno catalán acuñó ayer la fórmula 'ICO 4', un nombre que se deriva del hecho de que el fondo será el cuarto instrumento creado por el Estado para proveer de fondos a las comunidades en el que participa el Instituto Oficial de Crédito.

Imagen de quiebra

Los socialistas sostienen que el Ejecutivo ha equivocado el modo de ayudar a las autonomías, pero tampoco plantean una alternativa. La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, reclamó al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que aclare que al acogerse al FLA las autonomías no se están declarando en «quiebra». «Al presentar a las comunidades como si estuvieran rescatadas lo único que se hace es incrementar la incertidumbre sobre el país, igual que usted cuando sube a la tribuna y dice que no hay dinero para pagar nóminas», afeó durante el debate del techo de gasto en el Parlamento.

A su juicio, el Ejecutivo debería «relajar» las condiciones que acompañarán a los préstamos para evitar estigmas. «Las sanciones están para quienes incumplen, no para aquellos que encuentran dificultades para financiar sus planes de ajuste», alegó. Montoro no se dio por aludido. Pero el Gobierno ya dejó claro que la adhesión al fondo conllevará duros compromisos «fiscales y presupuestarios»; las cuentas autonómicas podrán ser intervenidas por el Estado (una posibilidad que ya contempla la ley de Estabilidad) y, en última instancia, este podrá retener las transferencias correspondientes en aplicación de la ley de financiación autonómica.

El ministro de Hacienda está empeñado en lanzar al exterior el mensaje de que será capaz de meter en vereda a unos ejecutivos regionales a los que los socios de la UE perciben como díscolos. Por ese mismo motivo, se negó a repartir con ellos el punto extra de déficit que otorgó la Comisión Europea a España hace dos semanas; una decisión que protestaron comunidades autónomas del propio PP y que le costó este jueves el rechazo de CiU al marco que servirá de base de los Presupuestos de 2013.

Ni una cosa (la 'confesión' de Cataluña) ni otra (la firmeza del Gobierno) conmovió, en todo caso, lo más mínimo a los ya alterados mercados. Lo cierto es que las dificultades de tesorería por la que atraviesan los ejecutivos autonómicos eran bien conocidas. El Gobierno hizo públicos los planes de estabilidad financiera presentados por todos ellos hace más de dos meses ante el Consejo de Política Fiscal y Financiera y en ellos queda claro que las necesidades de financiación en lo que queda de año ascienden a más de 26.000 millones de euros.

La duda está en si el FLA, dotado con 18.000 millones, será suficiente. Y, sobre todo, si el Tesoro español podrá poner su parte. «Sería un extraterrestre -confesó Mas-Colell- si no reconociera que estoy preocupado por la posibilidad de que los mercados se cierren también para España».