El ajuste agrava la recesión y eleva el paro
Mariano Rajoy dejará más desempleo en 2015, al final de la legislatura, que el que encontró a su llegada a la Moncloa en 2011
MADRID. Actualizado: GuardarEl Gobierno desveló ayer las primeras consecuencias para la economía española del ajuste de 56.440 millones de euros que aprobó para los próximos dos años y medio. Más recesión y más paro en 2013 sería el resumen del panorama sombrío que se cierne sobre el país el año que viene. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, presentó el cuadro macroeconómico para el período 2012-2015, que augura una caída del PIB del 1,5% este año y del 0,5% el próximo. Retrocesos de la actividad que mantendrán las tasas de desempleo en máximos del 24,6% y del 24,3%, respectivamente. Las previsiones evidencian que en el mejor de los casos el Gobierno del PP tardará dos años en superar la recesión y dejará al final de la legislatura más paro del que encontró al llegar al poder.
Montoro admitió tras el Consejo de Ministros que el cuadro macroeconómico evidencia una «continuidad de la recesión el año próximo», aunque «no tan grave como la de este año». «Saldríamos de ella en 2014 y 2015», resaltó el responsable de Hacienda, que destacó que sus previsiones se adecúan a las que elaboró para España el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que pronostica una caída una décima mayor para el año que viene (0,6%).
La estimación gubernamental para 2013 es algo más optimista que la que publicó la OCDE (0,8%), pero más pesimista que la elaborada por la Comisión Europea (0,3%). Pero lo más sorprendente es que el Ejecutivo reduce dos décimas la caída esperada para 2012, que pasa del 1,7% al 1,5% del PIB. Rajoy había avanzado en el Congreso el día que anunció el último programa de ajustes, que el deterioro del PIB en 2012 sería «cercano al 2%» en media anual y que en 2013 continuaría, aunque estaría «más cerca del 0%».
Las palabras del presidente sugerían una aceleración de la caída del PIB a finales de este año por encima del 1,7% comprometido antes y un estancamiento en el fondo del abismo en 2013. Ahora, sin embargo, los números presentados incluyen una llamativa mejora de dos décimas en 2012, pero un batacazo mayor el año próximo. El anterior cuadro reflejaba un crecimiento modesto del 0,2% en 2013, que ahora el Ejecutivo ha sustituido por la caída del 0,5%.
Interrogado por la mejora prevista para este año, Montoro explicó que entre el 1,7% antes calculado y el 1,5% de ahora «media relativamente poco». Y señalo que, transcurrido ya medio año, los datos que maneja permiten afinar algo más el pronóstico. «No es ganar mucho», reconoció el ministro.
Agudizar la caída
Montoro rechazó que sus previsiones sean optimistas, pese a pronosticar una reducción de la caída del PIB de un punto entre este año y el próximo. Eso en un escenario en que el consumo privado sufrirá en 2013 un batacazo del 1,4%, casi igual al de este año (1,5%). El Gobierno, explicó, está llevando a cabo «un ajuste muy fuerte» y su principal interés es minimizar su impacto sobre el conjunto de la actividad. «Las prioridades del presupuesto van a ser no agudizar esa caída de la actividad económica», recalcó.
El discurso del ministro de preservar la actvidad a toda costa casa poco con su previsión de hundir el año que viene el consumo de las administraciones públicas un 8,2% casi el doble del retroceso del 4,8% derivado este año de los recortes ya aplicados. Sólo la inversión, según sus cifras, tendría un mejor comportamiento. Caería en 2013 un 2% adicional, frente al 9,8% de 2012.
El agravamiento de la recesión previsto para 2013 supone un reconocimiento implícito de que no habrá políticas de estímulo este año y ni el próximo. Preguntado tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montoro tampoco quiso aclarar si la caída del PIB del año que viene, que está medida en media anual, es compatible con algún avance trimestral de la actividad. Despejar esa duda daría idea de en qué momento del año sitúa el Ejecutivo la salida de la recesión. En cuadro solo deja entrever que habrá crecimiento en 2014, aunque también será menor de lo antes esperado (del 1,2%, frente al 1,4% proyectado hace unos meses). En 2015 la actividad mejorará un 1,9%, frente al 1,8% antes augurado.
Lo peor de un alargamiento de la recesión es que supone retrasar la creación de empleo en un país que tiene 5,6 millones de parados. Las perspectivas presentadas por el Ejecutivo incluyen un empeoramiento este año de la tasa de paro hasta el 24,6% de media anual, y del 24,3% en 2013. Ambos porcentajes son superiores a los estimados en el anterior cuadro macroeconómico, lo que da idea de la efectividad que el Ejecutivo espera de la reforma laboral que presentó hace medio año. En 2014, el porcentaje de desempleados solo descendería un punto, hasta el 23,3%, y para 2015 -año que coincidirá con el final de la legislatura- el Gobierno espera que caiga al 21,8%. Una cifra que supera en dos décimas la tasa del 21,6% que Mariano Rajoy se encontró a su llegada al poder.