Apuntes

Crispación en la calle

La manifestación celebrada en Cádiz contra los últimos ajustes desvela el alto grado de confrontación y las diferencias entre los partidos políticos para el consenso

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La calle habla. Pocos recuerdan tantas protestas seguidas contra las decisiones del Gobierno de la Nación y de la Junta. Miles de gaditanos se echaron ayer a la calle para mostrar su rechazo a los últimos ajustes decretados por el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy. Se trata de la quinta movilización multitudinaria que tiene lugar en la provincia en cinco meses, desde la celebración de la huelga general del pasado 29 de marzo. No resulta fácil mover a los ciudadanos. Se había llegado a una situación de pasividad que reventó con el movimiento 15M surgido el año pasado. En estas protestas que han tomado las calles del centro de Cádiz se ha podido ver a un número importante de ciudadanos que rechazan la situación actual y piden cambios en la forma de gestionar lo público. Es en este apartado donde los partidos políticos tienen que jugar un papel determinante en democracia. Las decisiones económicas que se están adoptando para rebajar el déficit y combatir la crisis nos afectan a todos y, por tanto, no las puede tomar un Gobierno en solitario. Necesita del apoyo del resto para equilibrar la balanza. Es decir, remar todos juntos y en el mismo barco. Las protestas en la calle reflejan las diferencias abismales que separan a los dos partidos políticos más importantes del escenario español. PP y PSOE no han logrado estrechar lazos para pactar y lograr un acuerdo en relación a los paquetes de medidas anticrisis que está dictando Europa. La imagen que damos al exterior es de profunda debilidad por la falta, entre otras cosas, de unidad política. Los ciudadanos entienden que no hay dinero para pagar nóminas, que se ha gastado demasiado, sin embargo, no están de acuerdo con la ausencia de un debate político, capaz de aunar criterios. El consenso es primordial para salir del agujero. Mientras que los políticos no den muestras de unidad, la crispación seguirá en la calle.