Un soldado británico fotografía a un compañero frente al estadio Olímpico, en el este de Londres. :: AFP
MUNDO

Huelga en víspera de los Juegos

Los aduaneros convocan un paro para el 26 de julio en protesta por los recortes salariales y de puestos de trabajo

LONDRES. Actualizado: Guardar
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Del caos en los planes de seguridad al bloqueo en los aeropuertos. Los problemas se intensifican en la recta final de los Juegos Olímpicos, con la ministra del Interior, Theresa May, en el ojo del huracán. Ayer, los empleados del Home Office, incluidos 5.500 trabajadores de aduanas, votaron a favor de ir a la huelga el día 26, víspera de la inauguración oficial en el estadio de Stratford.

El aeropuerto de Heathrow puede ser el principal perjudicado por el parón en el control de pasaportes la jornada en que se espera la llegada en bloque de autoridades y periodistas extranjeros. Las sedes de las aerolíneas de bajo coste, Stansted y Luton, también corren riesgo de verse afectados por la protesta sindical contra los recortes de puestos de trabajo y salarios.

El primer ministro, David Cameron, que estaba de visita en Afganistán, pidió a los sindicatos la desconvocatoria de una huelga sobre la que solo se ha pronunciado el 20% de los 16.000 trabajadores afectados. Entre los que votaron, el 57,2% dijo sí a la protesta colectiva. Además de las 24 horas de paro, la central PCS tiene previstas otras acciones hasta el 20 de agosto. «No será correcto, ni justificado», denunció Cameron.

La huelga amenaza con extenderse al transporte por ferrocarril entre Londres y el norte de Inglaterra. Los conductores de la compañía privada East Midlands Trains secundarán otra convocatoria, en este caso entre el 6 y el 8 de agosto. Son tres días claves en el calendario deportivo, con varias finales previstas en las instalaciones del Parque Olímpico.

Otros sectores públicos han resuelto sus conflictos laborales en las últimas semanas, eliminando la sombra de caos que se avecinaba en el metro y los autobuses de Londres. Los políticos están unidos en el objetivo de asegurar el éxito de los Juegos y los sindicatos se ven forzados a rebelarse en un momento de «gran orgullo nacional», según advirtió la empresa propietaria del servicio de ferrocarril en disputa, Stagecoach.

No se descarta un arreglo de última hora, aunque el Ministerio del Interior comienza a buscar refuerzos que suplan a los huelguistas en los aeropuertos. May se ha visto también forzada a revisar los planes de seguridad por segunda vez en diez días. La empresa encargada de vigilar el Parque Olímpico y otras sedes, G4S, no ha contratado a suficientes empleados, por lo que militares, además de agentes de policía, deben cubrir las bajas.

Ayer se confirmó que un contingente de 1.200 soldados estará disponible ante cualquier eventualidad. Con los 3.500 militares adicionales anunciados días atrás, el número de tropas destinadas a Londres 2012 suma ya 18.200 efectivos. Esta cifra no es definitiva porque, según Cameron, «haremos lo que sea necesario para la seguridad y el éxito de los Juegos».