
Los empresarios piden que el copago se aplique a otras áreas médicas
También abogan por generalizar la gestión privada de los hospitales públicos, porque registran un 25% menos de gasto
MADRID. Actualizado: GuardarEl copago farmacéutico no es suficiente si se quiere garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. El Círculo de Empresarios quiere que esta medida, que entró en vigor el 1 de julio, se extienda a otras áreas médicas como medida que ayude a contener el gasto sanitario, que a su juicio necesita de un «mayor hachazo». Así se recoge en el informe 'Hacia una sanidad sostenible II' presentado ayer por esta asociación, en el que además exponen otra serie de recomendaciones para mejorar la viabilidad del modelo actual.
Los empresarios valoran «positivamente» las reformas acometidas por el ministerio que dirige Ana Mato, aunque consideran que son insuficientes «porque a largo plazo el impacto de la Sanidad en las cuentas públicas será superior al del sistema de pensiones». Por ello, abogan porque el copago «vaya más allá del medicamento», especialmente en la atención hospitalaria, «que es una de las más caras», señala el presidente del Comité de Sanidad, John de Zulueta.
Según arroja el informe, España es junto a Dinamarca y Reino Unido los únicos países de Europa que aplican el copago solo a los medicamentos. Alemania, Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Noruega y Suecia representan la otra cara de la moneda. Estos países conjugan la financiación pública y el aporte económico del usuario para sufragar la atención primaria, la especializada, la hospitalaria, los servicios de urgencia y los fármacos.
En este sentido, De Zulueta se mostró a favor de implementar el copago en España, a fin de «disuadir a la gente», como ocurre en Italia. En el sistema sanitario transalpino está estipulado que aquellas personas que acudan a urgencias y que no terminen hospitalizadas sean 'penalizadas' con 20 euros. Castigar para evitar el abuso también es la fórmula que se emplea en el Reino Unido. Allí, si una persona no sigue las pautas dictadas por su médico, éste puede excluirle de su lista de pacientes. «El enfermo también tiene que ser responsable del gasto», añadió De Zulueta.
«La ineficacia del sistema se ha escondido en un cajón», criticó el experto ante el enorme gasto sanitario acumulado en los últimos años. Cada ejercicio, el Estado aporta 60.000 millones a la sanidad, lo que supone el 9% del Producto Interior Bruto (PIB). Durante el periodo 2000-2009 -que analiza el informe-, el gasto se incrementó un 42%. Si a esta subida se le añade que el PIB apenas creció en ese espacio da como resultado unas cuentas deficitarias, explicaron los empresarios. Eso sí, en el último año el gasto se ha reducido, pero a golpe de ajuste. Aún así con una población cada vez más envejecida y con una mayor esperanza de vida «el esfuerzo financiero que esto conlleva pone en dificultad el actual sistema», explicó Mónica de Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios.
De ahí que una de las principales recomendaciones que recoge el informe es mejorar la gestión de los recursos. En este sentido, apuestan por reformar el Consejo Interterritorial, pues «el actual es inviable ante la dificultad de que 17 autonomías se pongan de acuerdo», indicó De Zulueta. Además, defendió la generalización de un modelo público-privado, pues los hospitales con un sistema mixto (financiación pública, pero dirigidos por empresas) reducen el gasto sanitario hasta en un 25%.