Análisis crítico
El repaso dado por Linde a los anteriores gobernadores del Banco de España le obliga a actuar con autonomía de criterio y prontitud
Actualizado: GuardarEl nuevo gobernador del Banco de España (BdE), Luis María Linde, institucionalizó ayer la autocrítica que debió formular su predecesor en el cargo al señalar los errores cometidos por la institución frente a las dificultades del sistema financiero español y las omisiones en las que habría incurrido ante el fuerte endeudamiento de la economía española. Aunque al identificar con conocimiento de causa las fallas del Banco de España Linde vino a confirmar, añadiendo alguna precisión, el extendido reproche que acabó pesando sobre la trayectoria de Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente de la institución y que en sus palabras alcanzó también a Jaime Caruana. Reproche que, sin embargo, no se hizo patente hasta que el debilitamiento de las cajas de ahorros y en especial la deriva de Bankia se volvieron irremediables. El Banco de España no solo se mostró parsimonioso y confiado al concebir las 'fusiones frías' como fórmula idónea para avanzar hacia la confluencia de entidades de ahorros cuya viabilidad por separado podía estar en entredicho. Al optar por los «sistemas institucionales de protección» el BdE se avino al juego de influencias partidarias y reinos de taifas en que se habían convertido muchas cajas de ahorros que se resistían a admitir su verdadera situación financiera y convertían cualquier hipótesis de fusión con otras entidades limítrofes o lejanas en una suerte de ceremonia evasiva. La connivente cautela -nacional e internacional- respecto al valor real de los activos en poder de cajas y bancos había hecho el resto al mantener a la baja el Banco de España dirigido por Caruana las exigencias en cuanto a las provisiones requeridas. Ahora sabemos que el sector financiero ha afrontado hasta la fecha saneamientos por un importe superior a los 200.000 millones de euros, por lo que resulta obvio concluir que algo se hizo mal desde la primera vez que el Banco de España advirtiera sobre los riesgos de la burbuja inmobiliaria. Pero si por algo será recordada la actuación del anterior gobernador del BdE es por su querencia a reconvenir al Gobierno en cuanto a las reformas estructurales que precisaba la economía española mientras desatendía sus obligaciones. Por eso mismo la crítica formulada por Linde ayer compromete al nuevo gobernador a actuar en consecuencia en temas tan delicados como la liquidación de las entidades inviables y las participaciones preferentes.