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Obama coloca a Romney a la defensiva
El presidente logra que en campaña solo se hable del pasado empresarial y de la fortuna de su rival republicano
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarLa convención republicana en la que Mitt Romney será proclamado con toda probabilidad candidato a la presidencia de EE UU no se celebra hasta finales de agosto. Obama no tiene la suya hasta comienzos de septiembre. Y habrá que esperar a la primera semana de noviembre para que ambos líderes se sometan al veredicto de las urnas. Pero a ritmo mucho más acelerado marcha la maquinaria de los grandes partidos, engrasada como nunca por los millones de donantes anónimos que, gracias al Tribunal Supremo, pueden gastar a su antojo en su político favorito.
Muy bregado en el cuerpo a cuerpo en las primarias, parecía que el candidato conservador las tenía todas consigo para poner al presidente contra las cuerdas en economía, reforma sanitaria e inmigración, los asuntos que más preocupan a los estadounidenses. Sin embargo, bastó un breve comentario de Obama la semana pasada a cuenta del pasado empresarial de Romney para que prendiera la chispa que ha marcado el comienzo de la campaña en toda regla, con el tipo de debates que polarizan al electorado.
Los que se quejaban de que el inquilino de la Casa Blanca había sido demasiado romo con su rival comprueban con regocijo cómo el asunto Bain Capital y los impuestos nunca declarados por Romney han puesto al exgobernador de Massachussets a la defensiva. Su polémica gestión al frente de este fondo de inversión se conocía y había sido machacada por la afilada lengua del vicepresidente Joe Biden, pero hasta que Obama no repitió en voz alta que con el aspirante republicano al frente esta empresa destruyó miles de puesto de trabajo en EE UU Romney no había tenido problemas en escurrir el bulto.
Distorsionar la imagen
Como si de un atentando al honor se tratara, el mismo hombre que se ha negado a presentar sus últimas declaraciones de impuestos ha pedido al mandatario que se retracte de una campaña basada en «la falsedad y la deshonestidad». Obama no solo se ha negado a disculparse sino que ha pedido a Romney que, si no tiene nada que ocultar, haga caso a destacados líderes republicanos y publique sus cuentas con el fisco.
Paralelamente, las campañas políticas de los dos líderes se han enfrascado en una guerra de anuncios en televisión cargados de ataques personales que buscan distorsionar la imagen del rival. En un 'spot' demócrata se ve al candidato republicano desentonando al cantar 'America The Beautiful' (una conocida melodía patriótica) mientras se suceden imágenes y frases que indican que varias de sus empresas en Massachusetts cerraron y fueron refundadas en India y otros países. También recuerdan que los beneficios de muchas sus inversiones acabaron en paraísos fiscales.