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Clinton exige a Israel que se coordine con EE UU para frenar los planes de Irán
Washington reclama a Tel Aviv respeto a las vías diplomáticas que impulsa Obama para presionar a Teherán
JERUSALÉN. Actualizado: GuardarEn su anterior visita a Jerusalén, en septiembre de 2010, Hillary Clinton intentó sin éxito desbloquear las negociaciones directas entre Israel y Palestina que acababan de reanudarse gracias al impulso del presidente Barack Obama. El diálogo entre las partes sigue en punto muerto y la secretaria de Estado de EE UU ha tardado casi dos años en pisar de nuevo territorio israelí, la última escala ayer de su gira por varios países de Asia y Oriente Próximo.
Ante todos sus interlocutores, y no fueron pocos, Clinton exigió que Israel actúe de forma coordinada con EE UU. «Es un momento de gran cambio y transformación en la región. Es un momento de incertidumbre, pero también de oportunidad para hacer avanzar nuestros objetivos comunes, de seguridad, estabilidad, paz y democracia junto con la prosperidad para millones de personas en esta región que aún están por ver un futuro mejor», aseguró la jefa de la diplomacia estadounidense en una rueda de prensa conjunta con el presidente israelí, Simon Peres. «Los amigos como nosotros tienen que actuar juntos. Se requiere que seamos inteligentes, creativos y valientes», añadió Clinton en referencia a la necesidad de coordinar las medidas para frenar el proyecto nuclear de Irán, que Israel considera una amenaza para su existencia.
Las palabras de la secretaria de Estado encierran un velado reproche a la actitud israelí de considerar «irrelevantes» las vías diplomáticas para presionar a Teherán que impulsa EE UU, según publicó el diario 'Haaretz'. Ni Peres ni el primer ministro, Benyamin Netanyahu, descartaron otras opciones para detener a Irán, en clara referencia a la militar.
Los dirigentes israelíes recibieron también de Clinton información sobre la situación en Egipto, en la que destaca la convicción de que las nuevas autoridades respetarán el tratado de paz. El diálogo con los palestinos, una vez más, quedó relegado al último lugar de la agenda.