La alcaldesa, en una de salas de precalentamiento. :: FRANCIS JIMÉNEZ
CÁDIZ

«Como alcaldesa he pasado muy malas tardes pensando en el estado de las gradas»

Los 57 años de vida del Ramón de Carranza han estado marcados por las jornadas de gloria o de miseria del Cádiz C.F.

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Nunca pasó nada, pero ayer Teófila Martínez reconocía que «como alcaldesa he pasado muy malas tardes pensando en el estado en que se encontraba el Fondo Sur». Fundamentalmente por eso, aunque sin olvidar el compromiso de dotar a un Cádiz que pasó por mejores momentos que el actual de un estadio a la altura de las circunstancias, el equipo de Gobierno que ella dirigía en el año 2002 tomó la decisión en firme de construir «un estadio digno» para la ciudad.

Hasta llegar a ese momento el Cádiz había vivido sus mejores años en un campo pequeño pero que se convertía en un auténtico hervidero para recibir a los grandes de la Liga española. Un estadio que se convertía en una fiesta con solo escuchar la sirena de un tren aún no soterrado y que preludiaba un gol que casi nunca llegaba. Un campo conocido en toda España por albergar a la que sin duda es una de las mejores aficiones del país.

El antiguo Estadio Carranza se inauguró en 1955 con un partido amistoso entre el Cádiz y el Barcelona. El resultado es lo de menos, aunque seguro que los más mayores se acordarán de aquel 0-4 que con los años llegó a invertirse para dar al cadismo una de sus tardes mágicas. En 1984, bajo la presidencia de Manuel Irigoyen, se aprobaba la primera remodelación del campo. De la misma solo se ejecutó una primera fase, que consistió en remodelar la Tribuna y ampliar la capacidad de Fondo Norte. Se invirtieron entonces 400 millones de las antiguas pesetas.

Casi veinte año después, a finales de 2002, el Ayuntamiento de Cádiz ya tenía planificada la reforma del estadio para que se ejecutase por fases, impidiendo así que las obras paralizasen la actividad del club amarillo.

A principios de 2003 la alcaldesa ya tenía en su poder el proyecto definitivo para la remodelación del estadio y convocó al consejo de administración del club para mostrar y explicar cuáles eran las intenciones del Consistorio.

En febrero de ese mismo año se llevó al pleno municipal la aprobación de la cesión de los bajos comerciales a Procasa. Esta tramitación surge después de que se solucionara la crisis que atravesaba el club, a consecuencia de la cual estuvo a punto de desaparecer.

La alcaldesa recordó ayer que desde el principio del proyecto se buscó la implicación en el mismo de otras administraciones, como la Diputación Provincial y la Junta de Andalucía, «pero no hubo disponibilidad». Quien finalmente se embarcó en el proyecto fue la Zona Franca, a la que Martínez quiso ayer agradecer su colaboración.

La primera fase de la remodelación se desarrolló entre marzo de 2003 y agosto de 2005, siendo, según explicaba ayer el arquitecto municipal Alejandro Jones, la parte más complicada de los trabajos «por haber tenido que compatibilizar las obras con el juego del Cádiz en las categorías superiores». En la misma se emplearon 24 millones de euros para la remodelación de Preferencia y de Fondo Sur.

La segunda fase, entre diciembre de 2005 y agosto de 2008, concluyó con la construcción del nuevo Fondo Norte, lo que requirió una inversión de 18 millones de euros.

Para concluir la reforma integral del Carranza, en la tercera y última fase se ha derribado la anterior Tribuna y se ha construido la nueva. Los trabajos se han prolongado algo más de dos años, entre marzo de 2010 y julio de este año, con un presupuesto de 26 millones de euros y varios parones obligados en la ejecución de la obra. Aún falta la urbanización de las calles adyacentes para darla por concluida del todo.