![](/cadiz/prensa/noticias/201207/11/fotos/4948365.jpg)
Fallece tras jugar un partido de fútbol con los amigos
Tuvo un derrame cerebral mientras practicaba este deporte en la pista deportiva de Los Olivos y al llegar al hospital nada se pudo hacer por su vida
SAN FERNANDO. Actualizado: GuardarNinguno podía imaginar que la pachanga habitual que suelen jugar los viernes acabaría de esa forma. Tenían cogida la pista de nueve a diez de la noche, pero a mitad del encuentro uno de los jóvenes, de tan solo 26 años, comenzó a sentirse mal. Casi ni podía aguantar el equilibrio, mareos, dolor de cabeza. Los compañeros se asustaron y lo sentaron en una de las bandas, llamando al encargado de la pista deportiva del barrio isleño de los Olivos.
Al principio todos creyeron que algo le había sentado mal, puesto que no paraba de vomitar. Se había tomado una bebida energética justo antes de comenzar el partido y había comido mal, además se había pasado todo el día en los aparcamientos de Camposoto a pleno Sol buscando sitio a los coches. Por ello los amigos también pensaron que se trataba de una insolación.
Pero, cada vez le resultaba más complicado estar consciente a pesar de los esfuerzos del resto de jóvenes para que no cerrara los ojos. Por lo que se llamó a una ambulancia. Cuando llegaron los sanitarios seguía con los mismos síntomas, aunque se había logrado que permaneciera consciente. El equipo de emergencia incluso habló con el joven para preguntarle por todo lo que había hecho durante el día y qué es lo que le había pasado.
En el hospital fue donde perdió la vida. Los médicos poco pudieron hacer la darle un derrame cerebral, a consecuencia de un coágulo de sangre. Poco se pudo hacer ya por su vida a pesar de que los médicos lo intentaron, pues el porcentaje de supervivencia era ya muy bajo cuando llegó al hospital y sin garantías de una recuperación.
Tampoco tuvo nada que ver ni el ejercicio, ni las horas al sol o lo que hubiera comido, al parecer era algo inevitable que iba a darle, a pesar de tener tan solo 26 años. Según los médicos que le atendieron le hubiera pasado lo mismo si en ese momento en vez de estar corriendo detrás de una pelota con sus amigos, hubiera estado en el sofá sentado y viendo la tele.