IVA europeo
El aumento de impuestos indirectos puede acarrear, en lo inmediato, efectos contrarios.
Actualizado: GuardarMes y medio después reclamar una inviable negociación directa con los gobiernos español y francés, ETA irrumpió ayer de nuevo con otro comunicado, sombrío y alucinante, en el que lamenta que la demanda ciudadana de «una solución» no se vea correspondida por los gobiernos, lo que a su juicio amenaza con paralizar el «proceso». Antes al contrario, la banda percibe una «agenda contra la paz» por parte de diversos actores -jueces, fuerzas armadas, servicios de inteligencia-, critica al Gobierno vasco y al PNV, censura la política penitenciaria, a la que califica de «chantaje», y se duele de las últimas detenciones. Nada dice, sin embargo, de su disolución. Resulta decepcionante que, cuando parecía que el mundo de ETA había aceptado la inexorabilidad de la derrota policial y se disponía, con pragmatismo, a encauzar toda su actividad por la vía democrática, vuelva la banda armada con su lenguaje procaz a reclamar la consideración de interlocutora política. En Euskadi no hay ningún «proceso» abierto, y el único obstáculo para la normalidad, que incluirá el tratamiento individualizado de los presos etarras conforme a las leyes, es precisamente la supervivencia de ETA, cuyos últimos activistas aún engendran en sus madrigueras esta verborrea inútil