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Obama pide llevar los recortes fiscales a la clase media
El presidente traslada el debate de las cifras del paro a la equidad impositiva y las altas cotas de desigualdad en los Estados Unidos
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarCuando el pasado abril Barack Obama defendió en un sonado discurso en Florida que el Gobierno federal debía subir los impuestos a los ricos -dando carta de naturaleza a la famosa 'regla Buffett'-, las posibilidades de que su iniciativa prosperara en el Congreso controlado por los republicanos eran nulas. Lejos de encerrarse en un callejón sin salida, el presidente ha seguido batallando por un plan de impuestos que estimule la alicaída economía y siente las bases de un modelo más equitativo que el heredado de su antecesor.
Quizás por la pobre evolución de las cifras del paro, pero también para combatir un plan de los republicanos en el Congreso que pretende prorrogar este mes las exenciones fiscales a los ricos, Obama lanzó ayer en la Casa Blanca la última versión de su idea. La propuesta garantiza a las rentas inferiores a 250.000 dólares (202.000 euros) los recortes de la era Bush mientras aboga por aplicar a los que ganen más de esa cifra el mismo tratamiento fiscal que cuando Bill Clinton era presidente, un modelo que condujo a las cuentas públicas del país hacia el superávit.
Sin radicalismos
El mandatario afirmó que su plan no tiene nada de radical porque sus beneficios alcanzan al 98% de los estadounidenses cuyos ingresos están por debajo del cuarto de millón de dólares mientras que eliminaría las ventajas fiscales al restante 2%. Arropado por una variada representación de trabajadores de clase media, Obama quiso sacudirse la imagen propagada por los conservadores de que su Gobierno es despilfarrador. «Tenemos que reconstruir una economía donde la gente tenga la seguridad de que si trabaja duro puede avanzar», aseguró Obama.
El fin del periodo de exención impositiva fija lo que podría ser otra dura batalla partidista en el Congreso, donde los republicanos tienen mayoría en la Cámara de Representantes y los demócratas mantienen una ligera superioridad en el Senado. Aunque la medida se rechace, los demócratas logran una importante meta política. Trasladan el debate de la campaña desde el pobre comportamiento del mercado laboral o el desempeño de Obama al frente de la economía hacia un tema tan polarizante como la equidad impositiva y las altas cotas de desigualdad en EE UU.