Kofi Annan conversa con Bashar el-Asad durante la reunión que ambos mantuvieron ayer en Damasco. :: AFP
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Annan arranca un acuerdo a El-Asad

El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe pacta con el régimen un nuevo «enfoque» para impulsar el diálogo político en Siria

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Pese a haber reconocido hace apenas dos días el fracaso de su plan de paz para Siria, Kofi Annan sigue fiel a su estrategia diplomática. Prueba de ello fue la «franca» y «constructiva» reunión mantenida ayer en Damasco con el presidente, Bashar el-Asad. Un encuentro que volvió a infundir esperanzas a su anterior propuesta tras acordarse un nuevo «enfoque» que propondrá a la oposición a fin de impulsar un «diálogo político» que permita cerrar el enquistado conflicto que ha causado más de 17.000 muertos en los últimos 16 meses.

«Hemos hablado sobre la necesidad de poner fin a la violencia y los medios para lograrlo», explicó el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe al término de su visita de dos días al país. En ese sentido, Annan instó a «los gobiernos y otras entidades con influencia a que hagan un esfuerzo similar» para sacar adelante una solución negociada. Tal vez pensando concretamente en Irán, lugar hacia el que se dirigió tras su entrevista con El-Asad, consciente de que las autoridades de Teherán gozan de una gran influencia sobre Damasco por tratarse de su principal aliado árabe.

Aunque Estados Unidos se ha negado en reiteradas ocasiones a la participación de Irán en las reuniones internacionales sobre el conflicto sirio, Annan ha defendido siempre que la república islámica debe ser parte de las conversaciones. Por ese motivo, el ex secretario general de la ONU se ha mostrado receptivo a las recomendaciones del régimen de los ayatolás, que el domingo le habría presentado una serie de «sugerencias» para abordar el «problema» con el Gobierno de Damasco, según explicó el vicecanciller de Teherán, Hosein Emir Abdollahian.

Conversaciones en Moscú

La oposición siria, sin embargo, sigue sin ver con buenos ojos los intentos conciliadores del enviado de Naciones Unidas. Ayer mismo criticaron su encuentro con El-Asad al considerar que solo una intervención internacional urgente puede ofrecer una salida tras el descalabro del plan de paz de Annan. De hecho, tras la entrada en vigor el pasado 12 de abril del alto el fuego, la violencia se multiplicó en el país y cerca de 6.000 personas perdieron la vida en ese periodo.

«Los trágicos acontecimientos libios los tenemos todos presentes y sin duda no podemos permitir que se repitan en Siria», sostuvo el presidente ruso, Vladímir Putin. El mandatario aseguró que el Kremlin hará «lo máximo posible para forzar una solución política». Mientras, miembros de la oposición a El-Asad se reunían con el titular ruso de Exteriores, Serguei Lavrov. Un encuentro que fue considerado «un gran éxito» por parte de los detractores del régimen de Damasco.

A falta de un acuerdo concreto que permita confiar en el fin de la violencia, El-Asad ya ha dejado claro que no teme correr la misma suerte que Muamar Gadafi o Hosni Mubarak. Así lo confesó en una entrevista concedida a la cadena alemana ARD. «Es una situación completamente diferente», dijo, confiado de gozar «todavía» del respaldo del pueblo.