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La UE prorroga el déficit a cambio de más ajustes y un estrecho control de las CC AA
Los socios suavizan hasta el 6,3% el objetivo de este año, pero aumentan la presión con exámenes cada tres meses de la marcha de los recortes
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEspaña contará con un año más de plazo para reducir el déficit. El Eurogrupo aprobó ayer la prórroga hasta 2014 a cambio del nuevo paquete de ajustes que prepara el Gobierno de Mariano Rajoy. Los socios de la moneda única respaldaron la flexibilización tras advertir de que el Ejecutivo debe «adoptar sin demora medidas adicionales» para corregir la desviación en los objetivos fiscales detectada en la primera mitad de este año. Los límites de gasto revisados obligan a cerrar 2012 con un desfase del 6,3%, lo que se traduce en un tijeratazo cercano a los 26.000 millones de euros. La relajación también impone un control estricto de las cuentas de las comunidades y reclama la creación de una oficina presupuestaria independiente que supervise las políticas económicas.
La Comisión Europea fue la encargada de presentar la propuesta para flexibilizar el déficit español. En sintonía con su progresivo viraje hacia unas posiciones menos exigentes con los ajustes, Bruselas planteó la prórroga por la «recesión de rara violencia» que sacude España. Aunque en los dos últimos años la UE ha apostado por los tijeretazos como única vía para calmar a los mercados y volver a crecer, la estrategia empezó a matizarse la pasada primavera. El triunfo de François Hollande favoreció el nuevo enfoque, pero en la capital comunitaria ya se escuchaban voces constatando que la austeridad a ultranza había alcanzado sus límites. Pese a esta situación, solo el Gobierno español recibió el pasado mes de mayo la oferta para atemperar el ritmo de los recortes.
El club del euro apoyó la prolongación del plazo con unas estrictas condiciones que obligan al Ejecutivo a actuar de inmediato. Los socios exigieron a Rajoy que ponga en marcha «sin demoras» ajustes adicionales. Estos tijeretazos, concebidos para enderezar la reducción del gasto prevista para este año, tienen mucho que ver con la tardía aprobación de los Presupuestos generales y las desviaciones descubiertas en la primera mitad del ejercicio. Bajo esta premisa, el Eurogrupo pidió al Gobierno que apruebe en tres meses «medidas eficaces» para garantizar el cumplimiento del nuevo objetivo de déficit. El renovado techo de gasto es del 6,3%, apenas un punto más de lo acordado el pasado marzo cuando se relajó por primera vez el umbral ante el impacto de la recesión.
España no solo tiene deberes a corto plazo. Siguiendo una exigencia planteada por la Comisión, el Gobierno tendrá que presentar antes de final de mes un plan bienal que garantice el cumplimiento de toda la senda del déficit. Según este nuevo itinerario, el Ejecutivo deberá situar su desfase presupuestario en el 4,5% en 2013 y en el 2,8% un año después. Los socios europeos no se refirieron específicamente a ninguna medida, pero Bruselas ya ha expresado en distintas ocasiones sus preferencias. Las recomendaciones económicas formuladas en mayo pasado apostaban por una subida del IVA y la eliminación de la deducción por vivienda. En un plano más general, la Comisión aboga por reducir los impuestos al trabajo y trasladarlos progresivamente al campo medioambiental.
Más medidas a mano
El Eurogrupo redobló su presión sobre las comunidades autónomas, uno de los principales blancos de sus críticas desde que estalló la crisis. Los socios, que atribuyen a las regiones la mayor parte del desfase presupuestario, urgieron al Ejecutivo de Rajoy a estrechar su vigilancia para prevenir más desvíos. En otra exigencia habitual a todos los países con déficit excesivo, se recordó que España deberá tener a mano nuevas medidas por si la situación económica empeora y hay riesgo de no cumplir con los objetivos. Si por el contrario la recesión empieza a disiparse antes de lo pronosticado, el Gobierno deberá aprovechar los ingresos extra para acelerar el saneamiento de sus cuentas.
Los socios someterán el Ejecutivo español a un marcaje muy de cerca para evitar sorpresas. En principio, se examinará cada tres meses la evolución de las cuentas públicas para corregir de inmediato cualquier incumplimiento. En un intento por garantizar el equilibrio presupuestario a largo plazo, el Eurogrupo quiere que se ponga en marcha una oficina independiente de control de las cuentas públicas. Este órgano, que ya existe en diversos países de Europa como Reino Unido, debería supervisar las decisiones económicas, realizar análisis sobre su impacto y asesorar al Gobierno en todo momento.