Maravilloso día en el club
Actualizado: GuardarEl pasado 10 de junio de 2012, día del Corpus en Cádiz llevé a mi hija a participar en un Clinic que tenía lugar en el Club, del que éramos socios hasta fechas recientes.
No habían pasado ni dos horas cuando recibo una llamada de mi hija. Al descolgar el auricular, ésta no podía articular palabra porque estaba sufriendo un ataque de ansiedad provocado por un gran sofocón. Debido a que ésta no podía hablar, se puso una amiguita y me explicó el motivo del disgusto: éste no era otro que, una persona adulta y miembro de la Junta Directiva del Club, había bajado de forma violenta a mi hija de un Pony sin mediar explicación alguna.
Este individuo consiguió su cometido sin dar ninguna razón a la niña y éste fue el motivo, y no otro, por el que ella se negaba a bajarse del pony; y yo pregunto: ¿Es que mi hija no tenía derecho a saber el motivo por el cual debía desmontar? ¿Es que el respeto no debe ser mutuo y recíproco de adulto a niña y de niña a adulto? ¿Es que una niña por el hecho de ser menor tiene menos derechos que un adulto? ¿En qué clase de club estábamos metidos?
Este adulto en cuestión ha salido impune de su agresión y se ha podido librar de una posible denuncia por mi parte porque ha sabido manipular a los posibles testigos que podrían haber declarado a favor de mi hija y además pertenece la Junta Directiva.
En definitiva, me gustaría que esta carta llegara al mayor número posible de personas para que, antes de darse de alta en cualquier tipo de club, se informen previamente del talante de las personas que forman parte de los órganos de gobierno.
Por suerte o por desgracia, el comportamiento de este individuo y sus intrigas y manipulaciones con otros socios ha servido para que una niña de tan solo 13 años abra los ojos y no vuelva a confiar en nadie.
Y después nos critican por nuestra capitalidad. No se dan cuenta de que la mayoría del Campo de Gibraltar no nos quieren y ahora el Cádiz se compromete a jugar un amistoso cuando el apoyo de ese lugar es muy pobre hacia nosotros. Se debería hacer un amistoso donde los aficionados quieran al Cádiz, por ejemplo en Conil, Barbate, Vejer e incluso Tarifa. Pero más allá no caemos bien. Ni tampoco de Rota para allá que son sevillistas o béticos.
O sea, que nos fastidiamos entre todos con los recortes del Gobierno o nos atenemos a dejar desamparadas a gente como este hombre ¿no?
No, si al final resulta que los medicamentos los han comprado los fallecidos, que estaban aburridos, se levantaron y fueron a la farmacia. Al final entre todos nos harán creer eso y lo más grande es que habrá alguien que se lo creerá.