MUNDO

La Justicia gala apunta a Airbus y Air France en la catástrofe del Río-París

El informe técnico del Estado francés se centra en los fallos mecánicos y los errores humanos de los pilotos

PARÍS. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las responsabilidades de Airbus y de Air France en la catástrofe del vuelo Río de Janeiro-París en junio de 2009 quedan de manifiesto en la investigación que la Justicia francesa va a dar conocer la próxima semana. El constructor europeo y la compañía gala salen mejor paradas en el informe técnico definitivo de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) publicado ayer, que decepcionó a los familiares de las 228 víctimas por dar prioridad a una combinación de fallos mecánicos y errores humanos de la tripulación.

Las filtraciones del informe pericial que la juez instructora Sylvia Zimmermann comunicará el próximo martes a los damnificados son desfavorables para Airbus y Air France, imputados por homicidios involuntarios desde febrero de 2011. Las conclusiones de los expertos judiciales coinciden con el dictamen administrativo de la BEA, un organismo del Estado francés, en que el origen del siniestro fue la congelación de los sensores exteriores que miden la velocidad y la inadecuada reacción de los pilotos a los erróneos parámetros de vuelo reflejados en el puesto de mando.

Pero los peritos ponen en tela de juicio factores directamente atribuibles al constructor aeronáutico y a la compañía aérea. Así se refieren a las carencias en la información de los pilotos sobre los efectos del hielo en las sondas, la inadecuación de los protocolos de emergencia o la formación deficiente de las tripulaciones para situaciones de crisis como la vivida en condiciones meteorológicas extremas.

25 recomendaciones

El dictamen pericial, fundamental para depurar responsabilidades y conceder indemnizaciones, también incide en el hecho de que los certificados de seguridad no fueron modificados a raíz de los incidentes de pérdidas de indicaciones de velocidad registrados desde 2004. A pesar de que el problema era conocido, Air France no cambió hasta después de la catástrofe en toda su flota las sondas defectuosas de fabricación francesa por otras de una marca extranjera de mejor calidad.

Los peritos lamentan la ausencia de respuesta a las demandas de la justicia gala por parte de la Agencia Europea de Seguridad Aérea. Este organismo había estimado en marzo de 2009, tres meses antes de la catástrofe, que no era necesaria ninguna acción tras varios fallos de los controvertidos sensores.

El informe final de la BEA, juzgado parcial por las víctimas, formula 25 recomendaciones nuevas para mejorar la seguridad, que también afectan a la formación de los pilotos de Air France y a la ergonomía de los aviones de Airbus. El fabricante europeo señaló mediante un comunicado que tomará todas las medidas necesarias que permitan contribuir al esfuerzo colectivo en favor de la optimización de la seguridad aérea. «Ninguna recomendación se dirige particularmente a Air France sino al conjunto de la comunidad aeronáutica», valoró un portavoz de la aerolínea francesa.