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El BCE baja los tipos a un histórico 0,75% pero no calma a los mercados
El único gesto hacia España e Italia fue eliminar la remuneración por aparcar fondos en su depósito refugio
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEl dinero nunca había sido tan barato. En una decisión histórica, el BCE situó ayer los tipos de interés en el 0,75%, el umbral más bajo desde la creación del euro en 1999. El recorte de un cuarto de punto persigue estimular el crecimiento de un bloque lastrado por su interminable pulso con los mercados y en el que hasta Alemania da signos de debilidad. La decisión, anticipada desde hace días por los inversores, decepcionó en los parqués. Se esperaba que el emisor de la moneda única lanzara algún guiño a España e Italia, los dos socios más castigados por la inestabilidad, pero no hubo ninguna señal. El Ibex-35 y la prima de riesgo española reaccionaron de inmediato con fuertes tensiones que borraron la tranquilidad lograda tras la cumbre .
El presidente del BCE, Mario Draghi, explicó que la rebaja de tipos se había acordado por «unanimidad». La reducción coloca por primera vez el precio del dinero por debajo del 1%, una barrera que la entidad no se había atrevido a rebasar hasta ahora. Obsesionado con mantener a raya la inflación, un principio heredado del Bundesbank, el emisor del euro mantenía los intereses a cierta distancia del resto de grandes bancos centrales. La Reserva Federal, mucho más agresiva en sus movimientos, aplica un tipo del 0,25%, mientras que en el caso del Banco de Japón se sitúa en el 0,1%.
Draghi justificó la decisión por una mezcla de factores. En primer lugar, destacó que la inflación permanece en una senda descendente y podría bajar del 2% el año próximo. En el otro lado de la balanza, admitió que algunos riesgos detectados en los últimos meses «se han materializado» y frenan la capacidad de recuperación de la zona euro. «Los indicadores del segundo trimestre de este año apuntan a un renovado debilitamiento del crecimiento y a una elevada incertidumbre», precisó en referencia a las crecientes tensiones en los mercados e insistió en que la recesión amenaza a «todo» el bloque.
Aunque su impacto también afectó a los mercados, el único gesto hacia España e Italia fue la eliminación de la remuneración por aparcar fondos en el depósito refugio del BCE. Cada noche, los bancos llevan a la entidad alrededor de 800.000 millones que se recompensan al 0,25%. Desde que estalló la crisis, estas transferencias se habían disparado por el miedo de los bancos a prestarse entre sí. Este interés del 0,25% funciona a su vez como el precio mínimo al que fluye el dinero dentro del sistema. Tras la decisión del emisor, que entrará en vigor el miércoles, el sector podría verse obligado a restaurar los lazos de confianza, lo que contribuiría a desastacar los créditos.
«Vemos un debilitamiento en toda la moneda única incluidos los países que no habían experimentado esta situación hasta ahora», constató Draghi. Algunos analistas sostienen que podría aprobar otra rebaja de tipos a la vuelta del verano.
Draghi se mostró más críptico que nunca. «Todas nuestras medidas no convencionales son de naturaleza temporal», subrayó. En la jerga financiera del instituto emisor, las decisiones extraordinarias implican la compra de deuda o los créditos extralargos para la banca que tanto tranquilizaron a los mercados a principios de año. El exgobernador italiano no ofreció ninguna señal de que vayan a reactivar alguna de las dos iniciativas. Los mercados reaccionaron con cierta alarma ante la cautela del BCE. El Ibex-35, con una caída del 2,99%, fue el índice que más sufrió la volatilidad por delante del de Milán, que se dejó un 2%. España e Italia, que han unido sus destinos en esta crisis, también pagaron el nerviosismo con sus primas de riesgo. La española se disparó hasta los 539 puntos, mientras que la transalpina escaló a los 460.