EE UU refuerza su presencia en el golfo Pérsico
Washington duplica el número de buques para evitar que Irán cierre el estrecho de Ormuz como castigo por el embargo de la UE
Actualizado: GuardarOrmuz vuelve a convertirse en el epicentro de la tensión entre Irán y Occidente. La república islámica ha respondido al embargo petrolero de la Unión Europea que entró en vigor el domingo esgrimiendo de nuevo la baza del cierre del estrecho por el que circula en barcos más de un tercio del consumo mundial de petróleo. Y Estados Unidos no ha dudado a la hora de reforzar su presencia militar en las aguas del golfo Pérsico. Las últimas 48 horas de tensión han hecho que el precio del barril de petróleo supere los 100 dólares (79 euros), después de tres semanas consecutivas por debajo de esta barrera, toda una advertencia de lo que puede ocurrir si se desatan las hostilidades.
El Parlamento iraní estudia aprobar una serie de leyes que impidan el paso por el estrecho a los países que participan en el embargo. «Es una respuesta a la Unión Europea», según Agha Mohamadi, miembro del Comité de Seguridad Nacional de una Cámara en la que 220 de los 290 diputados firmaron un comunicado en el que califican el embargo de «acto hostil».
Pese al discurso oficial que repite hasta la saciedad lemas como que «las sanciones nos hacen fuertes» y «llevamos tres décadas viviendo bajo un embargo», la república islámica ve cómo sus ingresos se hunden con la caída de las ventas de crudo en un 40%, según los datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), y por ello lo considera una especie de declaración de guerra.
Decenas de misiles
Mientras el Parlamento de Teherán condena a la UE y vuelve a poner sobre la mesa la posibilidad de cerrar Ormuz, la Guardia Revolucionaria lanza decenas de misiles desde varias regiones contra una réplica de una 'base militar enemiga' construida en un desierto del centro de Irán.
Las maniobras 'Gran Profeta 7' terminarán en las próximas horas, coincidiendo con la noticia adelantada por 'The New York Times' que asegura que «la Marina de Estados Unidos ha duplicado el número de dragaminas asignados a la zona, hasta ocho navíos». Además, ha desplazado al golfo Pérsico su primera base de operaciones flotante, un transporte anfibio reconvertido y barco de atraque bautizado como 'Ponce', que podría albergar a fuerzas de operaciones especiales. El refuerzo militar en la zona incluye también un aumento de aviones de combate F-22 y F-15C en dos bases. El diario estadounidense describe el despliegue como un mensaje dirigido a Irán para que «ni se le ocurra pensar en cerrar el estrecho».
Las medidas de ahogo económico por parte de la comunidad internacional -embargo de crudo, prohibición a las compañías aseguradoras de trabajar con barcos que transporten petróleo de Irán y suspensión de operaciones con el Banco Central- tienen el objetivo final de que los iraníes detengan su programa nuclear. De momento han logrado que vuelvan a la mesa de negociación, nada más. Pero el diálogo no consigue desbloquear la situación y desde Occidente siguen desconfiando de la naturaleza pacífica de un programa que Irán ha logrado sacar adelante pese al bloqueo.