Extrema vigilancia y denuncias por fraude marcan la jornada electoral en México

Los electores mexicanos votaban ayer con algunos incidentes menores en los comicios más vigilados de toda su historia. Las sospechas de fraude, la sombra del narco y la manifestación del grupo '#Yo soy 132' contra la vuelta al poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de la mano de Enrique Peña Nieto caracterizaron la jornada.

Apoyado por más de 2 millones de observadores, incluidos 696 internacionales, el Instituto Federal Electoral (IFE) desechó varias denuncias de fraude. Las Fuerzas Armadas garantizaban, entre tanto, la seguridad de los ciudadanos frente a posibles ataques del narco, que en estos últimos seis años se ha cobrado más de 55.000 vidas.

Cerca de 80, de los 112 de millones de habitantes de México, estaban llamados a elegir en 143.000 mesas a 2.126 cargos públicos en todo el país, incluidas 6 gobernaciones y la alcaldía del Distrito Federal. Los colegios abrieron a las 8 de la mañana y cerraron pasadas las 8 de la noche, siete horas más en España.

El candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, denunció que el PRI ha recurrido a las viejas prácticas de compra de votos, solo que en vez de dar canastas de comida repartió tarjetas de compra por valor de 60 euros. Pese a todo, mantiene sus ilusiones de ganar.

Los primeros resultados no se esperaban hasta la madrugada, si bien se supo que la participación rozó el 50 % del censo. El IFE no quiere especulaciones. Por ese motivo, dijo que dará los primeros resultados cuando disponga de una muestra representativa.