ETA había dejado tirados a los terroristas detenidos en Londres
Troitiño y Lerín vivían desde hace meses casi en la indigencia en un 'piso patera' con inmigrantes irregulares chilenos
MADRID. Actualizado: GuardarUno era el icono de la ETA más irredenta y uno de los activistas más sanguinarios. El otro, uno de los terroristas más buscados. Pero los dos vivían casi en la indigencia en los suburbios de Londres a la espera de que la banda se ocupara de ellos. Uno, Antonio Troitiño Arranz, aguardando a que los restos de la 'red Harrera', el maltrecho aparato de acogida de la banda terrorista, se hiciera cargo de él y le consiguiera sacar de Europa, probablemente rumbo a Sudamérica. El otro, Ignacio Lerín Sánchez, 'Belea', con la esperanza nunca cumplida de que ETA le proporcionara un trabajo digno con el que salir de una destartalada casa que a veces se veía obligado a compartir, incluso, con delincuentes comunes.
La infructuosa espera de ambos se frustró la madrugada de ayer cuando funcionarios de la Policía Metropolitana, con el 'soplo' de los servicios de Información españoles que desde hace semanas seguían los movimientos de la mujer de 'Belea', les capturaron en el domicilio que compartían. La gran sorpresa de los agentes fue localizar hace unos días al fugado Troitiño refugiado en esa misma casa.
Troitiño y Lerín no tenían apenas dinero. Según mandos de la lucha antiterrorista, lo único que la banda les había podido proporcionar era documentación falsa y algunas libras en efectivo para alquilar un 'piso patera', que a veces compartían con dos inmigrantes 'sin papeles' de origen chileno, a los que albergaban a cambio de que los sudamericanos figuraran como inquilinos oficiales. Por ese domicilio también pasaba una delincuente habitual de poca monta, a la que la policía buscaba por un fraude y que también fue arrestada.
Los dos terroristas trataban de pasar lo más inadvertido posible en Hounslow, un muy humilde barrio-dormitorio de la periferia oeste de la capital londinense a cinco escasos kilómetros del aeropuerto de Heathrow, en el que la comunidad india es mayoritaria, aunque hay residentes de decenas de nacionalidades, entre ellos muchos estudiantes españoles. Vivían en una casa adosada prefabricada de dos alturas en el número 195 de High Street.
Lerín llevaba varios meses -quizás años- por la zona, pero Troitiño -apuntan los investigadores- llegó a Londres a principios de año, después de pasar escondido más de ocho meses en Francia a la espera de una documenación falsa que nunca llegaba. Según Interior, el terrorista excarcelado por un 'error' judicial en abril de 2011 «era un referente para la organización terrorista y tenía conexión directa con la actual dirección de ETA», pero ni siquiera esa posición le valió para que la banda acelerara su fuga.
Carambola
Tras meses sin rastro de Troitiño, lo que hizo pensar a los servicios de Información que el huido había logrado escapar a Latinoamérica tras ser excarcelado, la Policía recuperó su rastro por una auténtica carambola, según confesaron ayer mandos de la lucha antiterrorista. Fue la vigilancia durante meses sobre la esposa de Lerín la que este junio, finalmente, dio la pista sobre el paradero de su marido y, de paso, también del lugar donde se escondía el sanguinario terrorista, que ha permanecido huído 444 días.
La mujer, tras tomar todo tipo de medidas de seguridad, se había desplazado a Londres a visitar a su marido con el objetivo de pasar juntos unos días de vacaciones fuera de la capital. De hecho, ese viaje en breve fue el que precipitó las detenciones, que en cualquier caso ya eran inminentes porque los agentes españoles temían ser descubiertos.
El titular de Interior, sabedor de la operación en el Reino Unido, el pasado 13 de junio tras la captura en Roma Lander Fernández ya vaticinó que en cuestión de días iba a haber nuevas detenciones de etarras en países europeos.
Y poco antes de las 5 de la mañana (hora española) de ayer, agentes de las fuerzas de seguridad británicas CGI y de la Policía Metropolitana (Scotland Yard) cumplieron la promesa del ministro Jorge Férnández Díaz con la captura de Troitiño y Lerín, que estaban desarmados. Los funcionarios registraron un segundo domicilio relacionado con la trama de pisos de alquiler con inquilinos ficticios que gestionaban los inmigrantes irregulares.
Los dos arrestados, tras un breve paso por una comisaría de Paddington Green, en el centro de Londres, fueron llevados de inmediato ante la Corte de Magistrados de Westminster para informarles de los cargos que presenta España contra ellos. Ambos rechazaron su extradición, por lo que el tribunal ordenó que su encarcelamiento preventivo a la espera de una nueva vista que se celebrará el 20 de julio.
Fernández destacó la importancia de las capturas con un símil. «Cada vez hay menos peces en la pecera y están más en el fondo porque no están operativos. Cada vez es más difícil pescarlos y eso pone más en valor las detenciones que se están produciendo», explicó.