Siete muertos en el ataque a la televisión del régimen
El Gobierno acusa a «grupos terroristas» de los asesinatos y la quema de las oficinas, situadas en las afueras de Damasco
Actualizado: GuardarBashar el-Asad se dirigió a la nación el martes por la noche tras la formación del nuevo Gobierno para declarar que el país se encuentra en «estado de guerra» y a las pocas horas uno de los canales de televisión más fieles al régimen fue arrasado. Al menos siete personas perdieron la vida, entre ellas tres periodistas, tras una operación contra las oficinas de Al-Ekhbariya, canal informativo cuya sede se encuentra en Drousha, una localidad situada a una veintena de kilómetros del centro de Damasco.
El nuevo titular de Información, Omran al-Zubi, calificó el ataque como «la peor masacre contra la prensa y la libertad de expresión», pero aseguró que el canal por satélite continuará con sus emisiones. El ministro fue más allá y acusó a «la Unión Europea y las organizaciones árabes e internacionales de orquestar campañas de provocaciones y sancionar a los medios de comunicación del país». Desde Estados Unidos llegó un comunicado de condena contra el ataque.
Segundo ataque
El régimen culpa a «grupos terroristas» de los asesinatos y la quema de las instalaciones, pero los opositores negaron cualquier implicación argumentando que ellos no tienen a la prensa como objetivo. Es el segundo ataque directo que sufre el canal Al-Ekhbariya en las últimas semanas después de que dos de sus periodistas resultaran heridos por disparos de un francotirador desconocido cuando trabajaban en las proximidades de Al-Haffa, al noreste del país.
Los medios sirios trabajan bajo el estricto control de las autoridades y su papel en el conflicto es calificado de «propaganda» por los opositores. De hecho, los equipos que acompañaban a los cascos azules de la ONU cuando estos patrullaban nunca entraban en los feudos opositores por el miedo a la reacción de los ciudadanos al ver sus cámaras y micrófonos.