Linde pide comprensión para su tarea al frente del Banco de España

«Lo peor que les puede pasar a los españoles es que les falle el Banco de España», dijo el nuevo gobernador, Luis María Linde, citando a Josep Plá, en el multitudinario acto de su toma de posesión. «Y eso no va a ocurrir», apostilló. El nuevo responsable del instituto emisor no quiso eludir el problema que se puso de manifiesto en la etapa final del mandato de su antecesor, cuando el desentendimiento con el Gobierno se sumó a las dificultades de un lento proceso de reestructuración bancaria. Por eso solicitó «la comprensión y la ayuda de todos», desde las fuerzas políticas a los agentes económicos, pasando por los medios de comunicación.

Miguel Fernández Ordóñez, el gobernador saliente, no quiso aprovechar la ocasión para defenderse de las críticas que se le han dirigido, pese a que lleva tiempo pidiendo sin éxito que le convoquen al Parlamento para dar explicaciones sobre los últimos episodios de la crisis bancaria, y en particular sobre el caso Bankia. Aunque advirtió de que «el deterioro de la credibilidad y de la confianza se han convertido en el problema número uno de España», optó por citar a Lao Tse -«el agua volverá a su cauce cuando el fango descienda»- y aconsejar a su sucesor el ejercicio de la independencia.

Linde tomó el guante y afirmó que el cumplimiento de las responsabilidades al frente de un Banco de España «autónomo e independiente» es uno de los objetivos que se ha marcado a corto plazo en su mandato. Añadió el propósito de contribuir a sanear y reforzar el sistema bancario y a los avances en la coordinación fiscal y la integración bancaria y financiera en la Unión Europea. «El Banco de España tiene que empezar a pensar en términos de estabilidad financiera y adecuar sus competencias a este proyecto», agregó.