El Estado consume en cinco meses su margen de déficit para todo el año
El Gobierno estudia suprimir la deducción por vivienda e imponer el 'céntimo verde' sobre los combustibles para cuadrar las cuentas
MADRID. Actualizado: GuardarEl Estado casi ha agotado en cinco meses el margen de déficit que tenía para todo el año y ya busca nuevas vías de recaudación adicional. A la probable subida del IVA añade ahora la supresión de la deducción por vivienda y un impuesto verde sobre los carburantes.
El desfase entre ingresos y gastos acumulado por la administración central entre enero y mayo asciende a 36.364 millones de euros, el 3,41% del PIB, solo 0,9 puntos por debajo del objetivo del 3,5% pactado con la Comisión Europea para todo 2012. Y muy por encima del 2,56% alcanzado en 2011 a estas alturas del año. La recaudación impositiva descendió en el período analizado un 4,6% interanual, con fuertes caídas en el IVA (10,1%) y Sociedades (8%). Los gastos, mientras tanto, se dispararon un 12%.
El Gobierno se esforzó por presentar estas cifras como resultado de una maniobra calculada. La secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, Marta Fernández Currás, dedicó la mitad de su presentación insistir en que el nivel alcanzado de números rojos se debe a «una serie de medidas discrecionales» que buscarían facilitar «liquidez» a las demás administraciones públicas, a los ciudadanos y a las empresas.
Fernández Currás atribuyó en ese sentido el fuerte incremento del déficit a los adelantos de las devoluciones impositivas y de las transferencias a las comunidades autónomas, entidades locales, Seguridad Social y Unión Europea. Descontando el efecto de esos gastos, que según explicó suponen «el 25% de la cifra actual de déficit», se obtiene lo que Hacienda llama déficit del Estado «en términos homogéneos» y que cifra en 2.146 millones, el 2,38% del PIB. «Ese 3,41% para mí es un 2,38%», resaltó.
Pero la Comisión Europea no entiende de maquillajes, y los datos que el Gobierno transmite a Bruselas son los calculados en términos de contabilidad nacional. Y esos indican que el margen de déficit de todo el año se esfumó ya en mayo.
Por eso el Gobierno explora fórmulas para compensar el deterioro de los ingresos y cuadrar sus cuentas. Fernández Currás anunció ayer que estudia suprimir las deducciones en el IRPF por la compra de vivienda habitual e implantar un nuevo gravamen general sobre hidrocarburos por motivos medioambientales (el llamado 'céntimo verde', aunque en realidad se barajan cuatro céntimos por litro). La secretaria de Estado recordó que son recomendaciones realizadas al Ejecutivo por la Comisión y el FMI y explicó que el impacto de ambas medidas está «analizado» y «cuantificado». «La decisión corresponde al Gobierno», que la adoptará en función «del momento, la evolución macroeconómica y las necesidades de los ciudadanos», explicó.
Ajustes de ida y vuelta
Fernández Currás hizo estas aseveraciones un día después de filtrar Hacienda que prepara un incremento de los gravámenes por IVA en los productos sujetos a tipos reducidos. Una medida sobre la que el Gobierno prefirió ayer seguir jugando al despiste. La secretaria de Estado insistió en que nada hay aún decidido y cuestionó que esa subida del IVA llegue a aplicarse. Repitió que las recomendaciones de Bruselas pasan por «ensanchar las bases imponibles» del impuesto.
La deducción por compra de vivienda fue suprimida desde el 1 de enero de 2011 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero salvo para las rentas más bajas. Su sucesor en La Moncloa, Mariano Rajoy, decretó su reintroducción para todas las rentas -y con efecto retroactivo- en el primer Consejo de Ministros que presidió. Su decisión fue denostada por los economistas, por entender que afectaría de lleno al déficit al aumentar los gastos en más de 5.000 millones anuales. No obstante, ese dinero ha aliviado las estrecheces de más de seis millones de hipotecados.
Las cifras publicadas ayer por el Gobierno evidencian una caída de la recaudación impositiva (88% del total) del 4,6%. Ese bajón está en parte compensado por un fuerte aumento de otros ingresos como tasas, precios públicos y transferencias corrientes, que reducen la caída total de las entradas al 0,1%. El IRPF muestra su primera tasa positiva del año (0,8%) gracias a la subida decretada el pasado 30 de diciembre. Los impuestos especiales disminuyeron un 2,8%.
Los gastos entre enero y mayo ascendieron a 65.712 millones, un 12% más, por los citados adelantos de transferencias a otras administraciones. Entre los capítulos que aumentan destacan los gastos de personal (1,4%) por el incremento de las cotizaciones sociales y pensiones de las clases pasivas. La partida de salarios del personal activo disminuye un 0,9%. Los gastos financieros se elevaron un 32%, por los vencimientos de la deuda.