La apertura del parque multiaventuras sigue paralizada por la burocracia

El parque multiaventuras Coto de la Isleta sigue cerrado y sin fecha de apertura. El Pleno municipal aún no ha aprobado la modificación del contrato con la empresa GSC, que explota el Centro de Recursos Ambientales, para que se haga cargo también de la gestión del parque que, por otro lado, tampoco tiene aprobados aún los precios públicos para su uso.

Las previsiones del área de Medio Ambiente apuntaban a que este equipamiento ubicado en el camino de Tiro Pichón estaría funcionando a pleno rendimiento la pasada primavera. De hecho, en marzo se anunció su entrada en la oferta de la Diputación mediante un convenio con el Ayuntamiento para ofrecer actividades educativas y de ocio adaptadas a niños y personas mayores y extraer así el máximo jugo a este espacio habilitado con atracciones rústicas e integradas en el entorno. Pero después del retraso provocado por los ajustes en los sistemas de seguridad del parque, el área que dirige la edil Marta Rodríguez se topó con el ingente trabajo que ocupa a los funcionarios del área económica. Precisamente fue el interventor municipal quien advirtió sobre la necesidad de cambiar el contrato de GSC, cuando la idea de Medio Ambiente era abrir el parque el uno de enero.

En esta coyuntura, Marta Rodríguez, reconoció que los plazos no se han cumplido. «La realidad económica del momento ha obligado a paralizar ciertos temas cuya urgencia no era tanta como la de cumplir los requisitos que nos marcaba el Gobierno Central para que los proveedores pudiesen acceder al cobro de sus deudas». Así las cosas, la edil constató que la apertura del parque multiaventuras sigue a expensas de que se vayan solucionando «los asuntos de mayor relevancia para la ciudad» y que en cuanto esté lista la modificación del contrato se llevará a aprobacion plenaria. No obstante, todo parece apuntar a que el parque difícilmente podrá entrar en funcionamiento este mismo verano.

El cirtuito multiaventura está compuesto por un conjunto de torres de madera unidas por puentes, pasarelas y lianas, diseñado para el disfrute de todas las edades, a partir de los diez años. Cuenta con varios recorridos con distintos niveles de dificultad, desde el infantil, hasta el familiar. El parque fue terminado durante la anterior legislatura con el rechazo frontal de Ecologistas en Acción, por hallarse en un espacio de «alto interés ecológico» según la organización.