Superación a pie de calle

Javier tiene 40 años y está repartiendo pequeños folletos en la plaza de El Palillero. Desde lejos, parece que reparta publicidad. Hay algunas personas que lo esquivan para seguir su camino, otras que cogen el papel sin apenas mirarlo y otras que se paran a preguntarle al detectar un matiz diferente en su mirada, el matiz de la superación. Javier habla entonces de la leucemia y te da el panfleto con su propia imagen cuatro años atrás, tumbado en una cama de hospital. «Éste soy yo», afirma,y entre el Javier de hace cuatro años y el Javier de ahora hay todo un abismo. Se enteró de que «algo andaba mal» cuando le hicieron un examen rutinario en la empresa petrolífera en la que trabajaba en Algeciras. «No me dijeron qué era, sólo que algo andaba mal» y horas después estaba en el hospital. Javier se traslada por unos segundos al pasado y dice: «Me tocó la lotería». Uno de sus hermanos era compatible al 98% con él por lo que le pudieron hacer un transplante de médula en poco tiempo. A partir de ahí, la lucha por la recuperación. Caso distinto es el de Raúl, también presente en la plaza de El Palillero y que ahora tiene 7 años. Su historia con la leucemia comienza cuando tiene 4 años. En su caso, no había donante compatible. «Es cuestión de suerte», cuenta su padre Pablo González. «Existe un donante compatible por cada 40.000 habitantes», de ahí la importancia de que estén en la calle participando en la campaña 'Solidarios hasta la médula' que desarrolla de Fundación Josep Carreras a nivel nacional. El donante de Raúl era alemán y gracias a él, ayer pensaba más en el ascenso del Cádiz que en su salud. Él está curado y «puede que muchos más se puedan curar si encuentran a su donante compatible».