La cumbre Río+20 se cierra solo con una larga lista de promesas
Los ecologistas critican el «fracaso» del encuentro y la falta de ambición del «abstracto» documento final
RÍO DE JANEIRO. Actualizado: GuardarLa cumbre Rio+20 culminó ayer con una larga lista de promesas para avanzar hacia una «economía verde» que frene la degradación del medio ambiente y combata la pobreza, pero también concluyó bajo el fuego de las críticas por la falta de metas vinculantes y de financiación. La cumbre, la mayor en la historia de la ONU, reunió durante 10 días a líderes y representantes de 191 países 20 años después de la histórica Cumbre de la Tierra de 1992 en la misma ciudad, que tomó decisiones para combatir el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desertificación.
El texto final fue saludado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, como un «muy buen documento, una visión sobre la cual podemos construir nuestros sueños», pero la sociedad civil, furiosa, denunció el «fracaso» y la falta de ambición de Río+20. El acuerdo final es «abstracto y no corresponde con la realidad», señaló Kumi Naidoo, de Greenpeace Internacional, uno de los 36 activistas que se reunió con Ban ayer para entregarle un documento con críticas. «Lo que vemos aquí no es el mundo que queremos, es un mundo en que las corporaciones contaminadoras y aquellos que destruyen el medio ambiente dominan», agregó.
El documento final adoptado por los líderes mundiales subraya las principales amenazas al planeta: desertificación, agotamiento de los recursos pesqueros, contaminación, deforestación, extinción de miles de especies y calentamiento climático, catalogado como «uno de los principales desafíos de nuestros tiempos». «Renovamos nuestros compromisos con el desarrollo sostenible, para garantizar la promoción de un futuro económicamente, socialmente y ambientalmente sostenible para nuestro planeta», dice el borrador del texto final, de 53 páginas.
«Para 2030 necesitamos un 50% más de alimentos, un 45% más de energía y un 30% más de agua solo para vivir como vivimos hoy», advirtió Ban durante la reunión. Para 2050, se estima que la población mundial será de 9.500 millones de personas. El texto también lanza un proceso para adoptar Objetivos de Desarrollo Sostenible que midan los avances sociales y ambientales de los países, y que reemplazarían a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU cuando estos expiren en 2015. La declaración impulsa la transición hacia una «economía verde», un concepto promovido por los europeos pero criticado por varios países en desarrollo y activistas que temen que represente la mercantilización de la naturaleza y promueva el proteccionismo en detrimento de naciones pobres.
Sin fondos
Finalmente, todas las delegaciones aprobaron la «economía verde» en una vaga definición que precisa que las soberanías nacionales serán respetadas. El Grupo de los 77 países en desarrollo (G77) más China reclamó al inicio de la conferencia un fondo de 30.000 millones para poder cumplir con las metas socioambientales, pero en un contexto de crisis económica mundial, el texto final no define cifras. En cuanto al Programa de Medio Ambiente de la ONU (PNUMA), que los europeos querían transformar en organización mundial, se decidió que por ahora solo será fortalecido, como querían Brasil y Estados Unidos.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, lamentó ayer que la defensa de los derechos reproductivos de la mujer -su derecho a decidir si tener o no hijos- haya quedado fuera del texto final, un planteamiento también realizado por otras líderes como la anfitriona de la cumbre, Dilma Rousseff.
Clinton reemplazó en la cumbre al presidente Barack Obama, que no acudió a la cita, como tampoco Angela Merkel o David Cameron. Los activistas afirman que la Cumbre de los Pueblos y la Cumbre Empresarial paralelos han sido los eventos más productivos de la conferencia Río+20, con intercambio de experiencias y cientos de compromisos voluntarios anunciados por empresas para reducir sus emisiones de CO2.
Para España, la declaración final de Río+20 marcará la senda para avanzar en el desarrollo sostenible. De este modo, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, que encabezó la delegación tras la marcha de Rajoy, aseguró que el resultado de la Cumbre es un «paso importante en la dirección adecuada».