Sierra

De la diversión, al ruido y las molestias

Piden que no se permita abrir a un establecimiento al aire libre y desde el Ayuntamiento se defiende el papel de la empresa y los empleos que genera el local Vecinos del entorno del Lago de Arcos denuncian que no pueden descansar por las fiestas

ARCOS. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No es algo nuevo y ni mucho menos se ha inventado en un pueblo en el que sus jóvenes a menudo se quejan de que «aquí no hay », en lo que a fiestas se refiere. La polémica entre la diversión de los fines de semana y el derecho al descanso de los vecinos se ha instalado en el Lago de Arcos. No es el centro de la fiesta veraniega en una provincia plagada de playas pero sin embargo su éxito, gran éxito, ha terminado por despertar el malestar entre los vecinos que aseguran que lo «sufren» cada fin de semana.

En el punto de mira un local llamado 'Waka-Waka' que se ha convertido en el principal centro de diversión de la Sierra, congregando cada fin de semana a cientos de jóvenes de la comarca que disfrutan de su diversión al aire libre. Al otro lado de la balanza unos vecinos que aseguran que llevan desde 2007, mucho antes de que se abriera este local ya que antes aseguran que se quejaban por 'Porto Alegre' y 'Bora Bora', denunciando que el volumen de la música y la fiesta no los deja dormir los fines de semana. Y la polémica está servida.

Los vecinos han conseguido el apoyo del Defensor del Ciudadano de Arcos y de colectivos como la Federación de Asociaciones de Vecinos. Además, destacan que no se debería de dar licencia a la instalación, ya que consideran que es «irregular». Este punto es desmentido por el árbitro de la contienda, el Ayuntamiento, que niega la ilegalidad del establecimiento y asegura que se están haciendo «muchos esfuerzos para minimizar el ruido», destacan tanto el delegado municipal de Urbanismo como el alcalde, Manuel Erdozain (AiPro) y José Luis Núñez (PP), respectivamente. Entre esas medidas, consensuadas con el propietario del establecimiento, han limitado el volumen de la música y sobre todo han controlado a los coches que aparcaban en la zona y que «a menudo llevaban más potencia en música que el propio local», destaca Erdozain. De hecho, la policía y la seguridad de 'Waka-Waka' controlan que la botellona no se celebre en el aparcamiento.

Los afectados por estos ruidos iniciaron esta temporada una recogida de firmas, antes de que se abriera el local el pasado fin de semana, para que el Ayuntamiento impidiera que viera la luz este popular establecimiento. Por su parte, los propietarios del local están utilizando las redes sociales para dar a conocer la «persecución» que aseguran que están sufriendo y, en poco tiempo, han conseguido un apoyo multitudinario de los jóvenes que ven incomprensible que se polemice por uno de los pocos lugares donde pueden divertirse.

Por si fuera poco. A la otra orilla del Lago en el que se instala 'Waka-Waka', se encuentra un residencial de ancianos, cuyos moradores también sufren el problema de los ruidos. El alcalde asegura al respecto que desde la dirección del centro «no se ha mostrado el más mínimo malestar» aunque este medio ha podido hablar con algunos familiares de los abuelos que aseguran que «el ruido es insoportable y tienen que medicarlos para que duerman cuando hay música». Además, algunos vecinos de la zona no se sorprenden de que desde la residencia no se muestre malestar porque, recuerdan, «en su instalación hay una carpa montada para celebrar eventos, a pocos metros de donde duermen los mayores, y cuando tienen fiesta el ruido es aún peor que el de la terraza juvenil porque lo tenemos mucho más cerca, en la misma orilla del lago».

Tampoco queda al margen, y mucho menos en una situación como la actual, que 'Waka-Waka' genera una serie de puestos de trabajo para jóvenes que no son nada desdeñables. En concreto, a través de las redes sociales el propietario recordaba que son 37 las personas que trabajan aquí, entre camareros, guardas, personal de seguridad y personas que recogen los vasos utilizados, todas ellas dadas de alta en la Seguridad Social. No obstante, incluso algunos vecinos de las zonas afectadas, han mostrado su apoyo a la instalación a través de dichas redes, reconociendo incluso que el pasado fin de semana «se notó el esfuerzo porque la música estuviera más baja que el año anterior y generar menores molestias».