Oportuna visita

La visita de don Juan Carlos de Borbón a Algeciras era un gesto absolutamente necesario en medio del conflicto que viven España y Gibraltar a causa de la pesca en aguas gibraltareñas. Desde hace semanas, los pescadores de la Bahía de Algeciras están siendo hostigados por embarcaciones de la policía gibraltareña para impedirles hacer su trabajo. Esta visita del monarca estaba prevista desde antes de que comenzaran las hostilidades, pero como él mismo aseguró ayer, ahora había aún «más motivos» para realizarla. España estaba obligada a lanzar un mensaje a las autoridades gibraltareñas en el sentido de que no se pueden permitir estos ataques. Y ayer ese mensaje quedó más claro.

El Rey se reunió con los pescadores, que le hicieron entrega de una carta en la que le exponían su situación, y a los que aseguró que «trabajaremos y os apoyaremos» en relación a este conflicto. Además, antes se reunieron con el secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Carlos Domínguez, a quien expresaron igualmente su convencimiento de que el conflicto «no es pesquero ni medioambiental, sino político». Domínguez también les dio un mensaje de ánimo, les transmitió el apoyo del Ejecutivo y les garantizó la protección de la Guardia Civil en tanto que se trata de aguas territoriales españolas.

Ahora, cabe esperar que desde Gibraltar se sepa recoger el guante e interpretar esta visita como una declaración de intenciones, para que ambas partes se sienten a tratar de solventar un conflicto que no beneficia a nadie.

Por su parte, el Rey don Juan Carlos volvió a demostrar su compromiso con las fuerzas de seguridad del estado, ya que durante su visita de ayer a la provincia aprovechó para mostrar también su apoyo a la labor de vigilancia marítima que la Guardia Civil realiza en las aguas del Estrecho, y que van desde la lucha contra la inmigración ilegal y el narcotráfico hasta más recientemente la protección de los pesqueros que faenan en las aguas que rodean al Peñón.