El Tesoro coloca 3.000 millones de deuda a corto plazo a precios muy altos
La Bolsa se engancha a la euforia de unos parqués que esperan estímulos monetarios en Estados Unidos
MADRID. Actualizado: GuardarLas circunstancias del mercado de bonos español no han cambiado de un día para otro, pero la subasta de letras del Tesoro permitió tomar la temperatura a los inversores. Abundan los que están dispuestos a comprar deuda del Estado de corto plazo, pero exigen a cambio una muy elevada retribución. Los títulos a doce meses se colocaron al tipo de interés del 5,20%, el más alto desde el pasado noviembre y un 60% superior al de la puja precedente; los de dieciocho meses se vieron retribuidos con el 5,35%, y para encontrar una retribución más elevada habría que remontarse a 1997.
Ante el clima de tensión de los mercados, las aspiraciones del Tesoro fueron más bien modestas. En letras a un año, la colocación fue de 2.400 millones y en las de 18 meses se atendieron peticiones por el equivalente a 639 millones de euros. La demanda total ascendió a 8.005 millones, equivalente a 2,63 veces el importe adjudicado.
Fuentes del Ministerio de Economía destacaron que el Tesoro aún mantiene una financiación desahogada, porque el coste medio de emisión de la deuda era a 31 de mayo pasado del 3,09%, inferior al 3,90% al que repuntó a finales del ejercicio 2011 tras la fuerte presión padecida en noviembre de ese año. También recordaron que los tipos de interés que se le exigen al Tesoro están por debajo de los que se aplican en el mercado secundario, donde los inversores se intercambian títulos unos con otros.
Pese al fuerte repunte de las retribuciones, el resultado de la subasta sentó bien en la Bolsa de valores, que se contagió también del tirón de otros parqués europeos. El Ibex-35 avanzó el 2,67%, la cuarta mayor subida del año, y acarició los 6.700 puntos, al quedar concretamente en 6.694. Las pérdidas acumuladas en lo que va del ejercicio se sitúan en el 21,86%.
La prima de riesgo de España se relajó hasta los 551 puntos básicos. Pero las obligaciones a diez años, principal referencia del coste de la financiación, siguieron exigiendo en el mercado secundario una rentabilidad del 7,04%.
En la Bolsa española todos los grandes valores registraron fuertes avances. El sector bancario logró resarcirse de una pequeña parte de las pérdidas acumuladas, ya que el Santander ganó el 2,83%, BBVA se apuntó el 2,58% y CaixaBank subió el 3,44%. Solo Bankia terminó a la baja, con una pérdida del 3,46% que dejó el valor en 0,808 euros.
El clima positivo se extendió por todos los parqués europeos, animados por la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos puede llevar a cabo una nueva intervención de estímulo a la economía. Londres ganó el 1,73%, el CAC 40 de la Bolsa de París acabó con una subida del 1,69%, el DAX de Fráncfort registró un avance del 1,84% y la estrella de la jornada fue la Bolsa de Milán, cuyo principal índice tuvo una ganancia del 3,35%.
El sistema financiero español está en el ojo del huracán porque mañana mismo, 21 de junio, se deben dar a conocer sus necesidades de capital, estimadas por las valoradoras Oliver Wyman y Roland Berger. Los análisis en profundidad de cada una de ellas -encargados a las cuatro principales consultoras que operan en España, Deloitte, KPMG, PwC y Ernst & Young- se harán públicos en julio.
Para la primera evaluación se barajan cifras entre 60.000 y 70.000 millones de euros -cada una de las firmas presentará su estimación- y después, el Gobierno español presentará la petición de asistencia financiera, un préstamo que puede alcanzar el importe de 100.000 millones y cuyas condiciones no se conocen.
La ignorancia de las necesidades y del procedimiento está detrás de las turbulencias de los mercados de deuda de los últimos días. Para el profesor Fernando Ballabriga, de Esade, «la relación entre los problemas financieros y fiscales es muy estrecha, y lo que ahora se penaliza es que el rescate a los bancos empeorará la situación de las cuentas públicas».