España planea formalizar la petición del rescate a la banca esta semana
Rajoy destaca la resolución final del G-20 que aplaude la recapitalización financiera española
LOS CABOS (MÉXICO). Actualizado: GuardarLa delicada situación de la economía española no fue objeto de debate en el programa oficial del G-20. Sin embargo, el rescate de la banca española y sus repercusiones en la zona euro sí centraron buena parte de las reuniones bilaterales y encuentros informales que han matenido durante los dos últimos días en la ciudad mexicana de Los Cabos los jefes de estado y de gobierno que componen este selecto club, que agrupa a los países más boyantes del planeta. Una de las cuestiones más comentadas ha sido la aparente indefinición del Gobierno español en relación al mecanismo que regirá la línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros que la Comisión Europea pondra a disposición de los bancos españoles.
Angela Merkel, por ejemplo, aseguró ayer a un grupo de periodistas germanos que, en nombre del G-20, había reclamado al Gobierno que «aclare rápidamente» a cuánto ascenderá el monto del rescate que solicitará para sanear la banca. De hecho, la canciller alemana se mostró confiada en que España presentaría «pronto» su petición formal al Eurogrupo. «Los bancos que no están bien capitalizados son realmente una fuente de inquietud», acotó Merkel.
Una hora después de que trascendiera la aseveración de Merkel, fuentes del Gobierno español presentes en el G-20 desvelaron que España «tiene la intención» de formalizar esta misma semana la solicitud de ayuda a la banca española, si bien dejaron claro que el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy aún negocia las condiciones del rescate. Desde la Comisión Europea se advierte de que hasta que España no dé el paso y concrete el volumen del auxilio no se podrá detallar ni avanzar en el mecanismo mediante el que se concederá este histórico préstamo.
El monto del crédito se conocerá el 21 de junio, fecha límite para que las auditoras independientes Oliver Wyman y Roland Berger den a conocer su análisis de cuánto necesitará la banca española para su saneamiento. Organismos como el FMI indicaron que sería una cantidad de entre 40.000 y 70.000 millones de euros.
Las mismas fuentes del Gobierno incidieron en que la más interesada en que se concrete lo antes posible la línea de crédito a la banca «es España». Eludieron, sin embargo, valorar las palabras de Merkel.
Este portavoz de Moncloa también quiso aclarar que cuando Mariano Rajoy planteó el lunes en el plenario del G-20 la necesidad de romper el vínculo entre el riesgo bancario y el riesgo soberano, porque había resultado ser una medida «extraordinariamente dañino» no se refería ningún momento al rescate a la banca española, sino a intervenciones futuras.
El Gobierno centra sus esfuerzos en negociar en qué terminos recibe el crédito, aunque tiene asumido que lo arbitrará a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El Ejecutivo trabaja con la Unión Europea en hallar fórmulas con las que conseguir que el rescate contamine lo menos posible el precio de la deuda pública española.
En la negociación se barajan elementos como los plazos largos para devolver las cantidades prestadas -así se diluye el impacto en el déficit- o un procedimiento que no deje a los compradores de deuda pública española en peores condiciones para recuperar su inversión.
«Positivo»
El Gobierno, más allá de cualquier otra disquisición, resalta que el primer G-20 de Mariano Rajoy se puede considerar «positivo» para los intereses españoles. La resolución final de la cumbre recoge, entre otros aspectos, un apoyo explícito de sus líderes a la recapitalización de la banca en España.
El G-20 tambien insta a sus socios europeos a hacer todo lo necesario para acabar con la crisis soberana, que amenaza con contagiar al resto del mundo y que ya está reduciendo las tasas de crecimiento.
«En un momento de renovadas tensiones en los mercados, los miembros europeos del G-20 tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar la integridad y la estabilidad del área», afirma, justo en un momento en el que los bancos de inversión especulan con la posibilidad de una ruptura parcial del euro.
El G-20, además, apoya que la zona euro dé «pasos concretos hacia una arquitectura financiera más integrada, combinando la supervisión bancaria, la liquidación y capitalización (de entidades), y un seguro de depósitos», los proyectos que abordará el Consejo Europeo.