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El Rey evita la foto con Dívar
El Príncipe de Asturias presidirá el acto conmemorativo del bicentenario de la creación del Supremo Viaja hoy a Arabia Saudí tras la muerte del heredero de la corona
MADRID. Actualizado: GuardarEl Rey no compartirá hoy fotografía con Carlos Dívar durante el acto conmemorativo del bicentenario de la creación del Tribunal Supremo. Don Juan Carlos excusó su presencia por un viaje a Arabia Saudí para presentar sus condolencias a la familia real de ese país por la muerte del príncipe heredero. Será reemplazado en la solemne sesión del alto tribunal por el Príncipe de Asturias.
Pocas veces una muerte resolvió tantos problemas. Era evidente que la foto en compañía de un Carlos Dívar al borde de la dimisión por sus viajes privados financiados con dinero público no era la ideal para mejorar la imagen del Rey tras la cacería en Botsuana. La Zarzuela, sin embargo, tenía muy difícil suspender la participación en el acto conmemorativo de los dos siglos de existencia de la principal instancia judicial de España, creada al calor de la Constitución de 1812.
Pero la muerte el sábado del príncipe heredero saudí, Nayek bin Abdulaziz al Saud, proporcionó a la Casa del Rey el motivo para anular su presencia en ese acto. Conocidos son los estrechos lazos de don Juan Carlos con la monarquía de ese país, máxime cuando el que tiene más opciones para ser el nuevo heredero al trono es Salman bin Abdelaziz, amigo personal del Rey y el ministro de Defensa que tendrá mucho que decir en la compra de 300 tanques 'Leopard' fabricados en España, en lo que podría ser el mayor negocio de la historia de la industria armamentística española.
El jefe del Estado viaja hoy a primera hora con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, a Taif y Yeda para presentar sus condolencias a la familia real saudí. El Príncipe de Asturias sustituirá a su padre en el acto del Tribunal Supremo, al que tampoco acudirá el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, porque se encuentra en México en una reunión del G-20. El Ejecutivo estará representado por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
Pese a la ausencia del Rey el acto de hoy no ha perdido un ápice de las expectativas levantadas. Una de las razones de Dívar para enrocarse en su cargo de presidente del Consejo del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, era, precisamente, compartir con el Monarca «por responsabilidad institucional» el protagonismo de la ceremonia, en la que pronunciará el discurso central. Después de la conmemoración, el presidente del Consejo tendrá que afrontar el jueves el pleno del órgano de gobierno de los jueces, en el que, según anunció el sábado, tomará una decisión «rotunda y contundente» sobre su futuro al frente de la institución y del Tribunal Supremo porque la situación es «insostenible».
Unas palabras que todos los vocales interpretaron como que ese día presentará su dimisión ante el escándalo surgido por los cerca de 30.000 euros de gastos privados en 32 viajes de largos fines de semana cargados a las arcas del Consejo. Una conducta que fue denunciada ante la Fiscalía por el vocal José Manuel Gómez Benítez, pero que el Ministerio Público desestimó por no apreciar delito. Lo mismo hizo el Supremo ante la querella presentada por el mismo motivo por una asociación de abogados.
Orden del día
Dívar, sin embargo, sigue convencido de que no ha cometido irregularidades y que su dimisión carece de sentido. Pero dio el paso al verse huérfano de apoyos en el Consejo una vez que los cinco vocales que pertenecen a la mayoritaria y conservadora Asociación Profesional de la Magistratura le hicieron ver que la situación era muy delicada. Mas los vocales, sobre todo los progresistas, no las tienen todas consigo de que vaya a dimitir en el pleno extraordinario del jueves y especulan con la posibilidad de que intente una maniobra de última hora. Para evitar sorpresas, el orden del día de la reunión mantiene los dos mismos puntos de la cita del sábado, esto es, debate y votación de la moción que plantea la dimisión del presidente del Consejo, y lo mismo con la que propone su remoción del cargo.
Una de las vocales del bando 'rebelde', la magistrada y exsecretaria de Estado de Interior, Margarita Robles, consideró que la dimisión de Dívar es ineludible porque con su comportamiento creó «sombras de duda» sobre toda la carrera judicial y existe un sentimiento de «vergüenza entre los 5.000 jueces y magistrados» que trabajan en los tribunales. Robles admitió que el presidente del Consejo no se saltó «la norma» reglamentaria con sus gastos de fin de semana, «pero en política las apariencias son tan importante como la realidad», y el gobierno de la judicatura es un órgano político.
Si, como parece, Dívar deja el cargo será sustituido de forma interina al frente del Consejo por el vicepresidente, el conservador Fernando de Rosa, y en el Supremo por el magistrado más antiguo, Juan Antonio Xiol. A partir de ahí se abre otra incógnita. ¿La interinidad durará el año que resta para renovar a los vocales del Consejo? Algunos consejeros defienden que no, que tienen que elegir otro presidente de entre ellos mismos. El Gobierno, en cambio, apuesta por dejar que transcurra el tiempo para poner en marcha su reforma del Consejo, que podaría el número de vocales de veinte a cinco dedicados a tiempo completo y el resto solo asistiría a los plenos cuando se convocasen. Pero esa será otra batalla.