El fiscal general del Estado (izda.) y Carlos Dívar en la presentación de un libro en marrzo. :: MONDELO / EFE
ESPAÑA

Los vocales 'rebeldes' del Poder Judicial llevan a Dívar al borde de la dimisión

El presidente afronta el pleno de mañana, en el que se debatirá su salida, sin tener garantías de ganar la moción de confianza

MADRID. Actualizado: Guardar
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El futuro de Carlos Dívar al frente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo pende de un finísimo hilo, a pesar de que el miércoles el alto tribunal decidió no investigar su responsabilidad penal. En realidad, su suerte está en manos de un puñado de vocales indecisos del Consejo, no más de cinco, que todavía se debaten entre si apoyar o no alguna de las dos mociones que reclaman su destitución inmediata como máxima autoridad judicial del país por el escándalo provocado por sus viajes costeados con dinero público.

La incógnita se despejará mañana. Dívar, al final, se vio ayer forzado a convocar el pleno que por partida doble reclamaban los cinco vocales 'rebeldes' del Consejo, los mismos que ya votaron el mes pasado a favor de su salida del cargo cuando se conocieron los primeros viajes, los 20 desplazamientos a Marbella.

Por un lado, estará la moción más moderada, y que más apoyos puede concitar, la promovida por Margarita Robles, Félix Azón, Inmaculada Montalbán y Carles Cruz. Estos vocales quieren que el Consejo «inste», no obligue, a Dívar a abandonar el cargo por «la insuficiencia de las explicaciones dadas hasta la fecha y el perjuicio que se ha ocasionado» a la carrera judicial por las noticias de que el presidente endosó al Consejo cerca de 28.000 euros por unos viajes con salida los jueves y los viernes y vuelta el domingo o el lunes para participar en actos oficiales de la judicatura que duraban horas.

La segunda moción será la de José Manuel Gómez Benítez, quien denunció ante la Fiscalía los viajes a Marbella. El vocal reclama al órgano de gobierno que promueva «la remoción» de Dívar ante el incumplimiento grave de sus deberes. Esta moción, explicaron fuentes del consejo, es más radical y por tanto más difícil de asumir para los vocales aún fieles al presidente, por cuanto reprocha, no la falta de explicaciones, sino las actividades del presidente del Poder Judicial.

Este pleno monográfico sobre sus 32 viajes por España es el que Dívar quería evitar a toda costa cuando el miércoles, cuando todavía estaba reunida la Sala de lo Penal del Supremo para estudiar si aceptaba la querella por prevaricación, el presidente convocó de urgencia una reunión para el jueves de la semana próxima con el objeto de estudiar la «situación que atraviesa» el Consejo. No su actuación personal ni sus gastos.

Sin embargo, la maniobra ha salido bien para los 'rebeldes'. A pesar de que Dívar mantiene ese pleno, el artículo 35 del reglamento de la institución establece la obligatoriedad de convocar una sesión extraordinaria para abordar asuntos de urgencia cuando lo soliciten al menos cinco vocales y que el presidente debe hacerlo dentro de los tres días siguientes. Esto es, el presidente deberá someterse a una suerte de 'moción de confianza' solo 48 horas antes de que el lunes reciba, si es que para entonces mantiene el cargo, al Rey en el Supremo durante la celebración del bicentenario del alto tribunal. Los 'rebeldes' persiguen a toda costa que no sea Dívar quien haga los honores a don Juan Carlos a las puertas del tribunal para inaugurar unos fastos que vienen preparándose desde hace meses para mejorar la imagen de ese órgano judicial.

Los críticos tienen difícil evitar esa fotografía, aunque no imposible. La gran mayoría de los vocales censura el dispendio de los viajes con dinero público de su presidente y, sobre todo, no comparte que Dívar no haya pedido perdón por ellos. Pero esa misma mayoría no está dispuesta a que Gómez Benítez se salga con la suya y la dimisión del presidente sirva para abrir una suerte de 'caza de brujas' en el Consejo.

Tres quintos

El reglamento de Organización y Funcionamiento del Consejo General del Poder Judicial de 1986 establece que para el «cese por incumplimiento grave de los deberes del cargo» de cualquier vocal, incluido el presidente, es necesaria una mayoría cualifica de tres quintos de los «componentes del Consejo». En este caso son doce de los veinte, Dívar no votaría, por lo que los cinco 'rebeldes' tendrían que contar con el apoyo de otros siete vocales.

Por el momento, solo la jurista Margarita Uria, propuesta por el PNV, apoyará a los críticos. Los 'rebeldes' creen, no obstante, que podrán presentarse al pleno del sábado con una decena de apoyos, que todavía serán insuficientes. Saben que, aun si consiguen el voto de todos los miembros propuestos por el PSOE más el respaldo de los dos nacionalistas, aún tendrían que arañar algún apoyo entre el sector más conservador y más fiel a Dívar.

Si el presidente dimitiese, el actual vicepresidente, Fernando de Rosa, actuaría como presidente en funciones del Consejo, mientras que la presidencia interina del Supremo sería para el magistrado más antiguo, Juan Antonio Xiol. Él sería el encargado de recibir al Rey el lunes.