El comisario de Competencia, Joaquín Almunia. :: F. LENOIR / REUTERS
Economia

El Gobierno se resiste a liquidar los bancos nacionalizados

El comisario europeo Joaquín Almunia se reúne con Rajoy en medio de la polémica de sus declaraciones

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno se resiste a liquidar bancos. Mientras se sustancian los términos del préstamo de hasta 100.000 millones aprobado por el Eurogrupo, las declaraciones del vicepresidente y comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, sugiriendo la posibilidad del cierre de las entidades financieras que, tras solicitar ayudas de estado, presenten planes de reestructuración que no les hagan viables, suscitaron una cascada de reacciones adversas.

En primera línea, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria que es el capitalista de las instituciones rescatadas, emitió un comunicado oficial: «El FROB comunica que no tiene previsto instar el concurso o liquidar ninguna entidad de crédito bajo su administración o control». Cumpliendo con la normativa por la que ha sido creado, añadía, «el FROB seguirá llevando a cabo la reestructuración ordenada de estas entidades» que mantendrán su operativa normal.

Con sus manifestaciones, que prodigó en varios medios, Almunia quedó situado en primera línea de fuego de la confrontación política. Hoy se entrevistará con el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, con quien no ha mantenido contactos desde su nombramiento, en una cita que, según fuentes de Moncloa, fue acordada hace varios días. No podía ser más oportuna. El portavoz adjunto del Partido Popular, Rafael Hernando, ha pedido la dimisión del comisario español por sus propuestas de limpieza bancaria «por deslealtad», alegando que, «si no está dispuesto a defender los intereses de España, lo mejor es que coja las maletas y vuelva a Madrid para ejercer de jefe de la oposición».

Almunia, que trasmite un claro mensaje de Bruselas, resulta molesto por partida doble. Además de sus advertencias sobre la banca, fue nombrado para integrar el colegio de comisarios que lidera Durao Barroso a instancias de un Gobierno socialista. Antes había sido el responsable de Asuntos Económicos, cartera de especial relevancia, y desde ella también incordió al PSOE con sus opiniones. Pero aún le queda mandato por delante, y no será el presidente Mariano Rajoy quien le pida que abandone el puesto en plena crisis de la deuda soberana y con el rescate bancario en puertas.

Medios del PSOE han acudido en auxilio de Almunia, al declarar que resulta «irresponsable y patético» que el PP trate de desviar la atención hacia el vicepresidente de la Comisión Europea cuando el Ejecutivo al que sustenta se muestra incapaz de dar explicaciones claras de lo que está sucediendo con el rescate bancario. Más cauto, el secretario general de la formación socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, se limitó a reivindicar la «responsabilidad» de su partido frente al comportamiento popular. El comisario de Competencia dirige la instancia comunitaria que determina la aceptación de las ayudas de estado.

De ahí la relevancia de sus comentarios. Pero no es el único que opina que «si los costes de liquidación son más bajos para los contribuyentes que el rescate y la reestructuración de una entidad», lo que procede es cerrarla. En el bien entendido de que eso afecta a básicamente a administradores, directivos y accionistas.

Cuantía

El presidente del BBVA, Francisco González, lleva años reclamando una diferenciación de las entidades, y apuntando que las instituciones bancarias no viables tendrán que desaparecer. En su intervención durante un coloquio en Santiago de Compostela, González estimó que las necesidades de capitalización del sector «no llegarán a los 100.000 millones, ni mucho menos». «Yo creo que sobrará dinero, apostilló, en referencia a la línea de préstamo que está dispuesto a conceder el Eurogrupo.

A la espera de que Oliver Wyman y Roland Berger den a conocer sus valoraciones en próximos días o incluso horas, los medios consultados se inclinan por una cifra entre 60.000 y 70.000 millones, que coincide con el tramo medio de otras estimaciones. Si el Fondo Monetario Internacional mencionó 40.000 millones en un escenario medio, fue porque consideró factible que las instituciones puedan generar otros 50.000 millones a través de los resultados y por otras vías. Sobre las mismas pautas, se estima que el grueso de esta cantidad corresponderá a las cajas nacionalizadas o en pleno proceso de capitalización con fondos públicos: Bankia, Novagalicia y Catalunya Caixa.