El ministro germano de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en Berlín. :: THOMAS PETER / REUTERS
Economia

La UE frenará la ayuda si España incumple la subida del IVA y el retraso de la jubilación

El salvavidas no impone nuevos ajustes, pero fuerza al Gobierno a cumplir con las exigencias para reducir el déficit

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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El rescate de la banca española no exige contrapartidas en ajustes y reformas, pero añade más presión a España para que cumpla con los deberes que ya tiene sobre la mesa. Hace apenas dos semanas, la Comisión envió al Gobierno de Mariano Rajoy un nuevo listado de sacrificios para garantizar una reducción sostenible del déficit. Entre estas medidas, se encontraba una subida del IVA y el adelanto de la jubilación con 67 años. Con el salvavidas en marcha, estas peticiones adquieren tal dimensión que podrían frenar el desembolso de las ayudas a las entidades si el Ejecutivo no las aplica. El Eurogrupo vigilará regularmente los avances en estas cuestiones para asegurarse de que no se producen desvíos.

La importancia capital de estos ajustes emergió ayer en Bruselas tras una lectura más detenida de la letra pequeña asociada al rescate. Según fuentes comunitarias, el Eurogrupo aprobó el salvavidas en su reunión del sábado tras constatar el sólido historial de España con los ajustes y las reformas. Este requisito, sin embargo, no desaparece tras la concesión de las ayudas. Los socios de la moneda única vigilarán «estrechamente» que no se baja la guardia en la lucha contra el déficit. En caso de que el Gobierno aflojara con sus esfuerzos para equilibrar las cuentas, la UE podría llegar a paralizar el desembolso del dinero como ya ha sucedido con Grecia.

La advertencia de la UE afecta a las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo, pero también a las que deberán adoptarse para reducir el déficit por debajo del 3%. Con este objetivo, la Comisión presentó a finales de mayo una serie de recomendaciones presupuestarias. Estas medidas se vincularon con una propuesta del Ejecutivo comunitario para extender un año más -hasta 2014- el plazo para eliminar el desfase en las cuentas, situado actualmente en el 8,9%.

La Comisión apostaba en sus recomendaciones por una reforma en profundidad del IVA. El planteamiento reclamaba reducir la gama de productos con el tipo reducido (8%) y el superreducido (4%) para incrementar la capacidad recaudatoria. En el terreno de las pensiones, se incidía en la importancia de adelantar la entrada en vigor de la jubilación con 67 años. El Ejecutivo comunitario remataba su batería de consejos abogando por eliminar la deducción por compra de vivienda.

Todo este conjunto de exigencias no figurará en el memorando de entendimiento que España deberá rubricar para recibir el rescate. Este documento, concebido como una especie de contrato, recogerá exclusivamente condiciones en el campo financiero. El contrato con la UE sí que contemplará explícitamente una supervisión exterior. Los «hombres de negro», como los describió Cristóbal Montoro, controlarán el saneamiento de la banca con capacidad inspectora en las entidades rescatadas, sometidas a rigurosas medidas para su reestructuración.

Críticas germanas

Mientras que en España se va conteniendo la respiración ante las exigencias vinculadas al rescate, en Alemania destacaban ayer los generosos requisitos pactados a cambio de una inyección colosal de hasta 100.000 millones. «Italia también estaría encantada de pedir dinero sin duras condiciones, mientras que Irlanda podría reclamar que se le relajaran retroactivamente las exigencias de su rescate», anotaba el 'Frankfurter Allgemeine Zeitung'. Ante reacciones de este tipo, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, salió rápidamente a recordar que se controlará «con precisión» el cumplimiento de todas las medidas. Incluso, insistió en el envío de una troika internacional como la que acude a vigilar al resto de socios con salvavidas.

Bruselas confirmó con sorna la presencia de los «hombres de negro» y desveló que se tratará de un cuarteto de organismos. A diferencia de las otras troikas, conformadas por la Comisión, el BCE y el FMI, en el caso español el equipo se completará con expertos de la Autoridad Bancaria Europea. En cuanto a otros detalles del salvavidas, todavía existen dudas. El Ejecutivo comunitario aguarda la respuesta de Eurostat tras consultarle si los intereses del préstamo se computarán como déficit.

Tampoco se ha aclarado todavía qué fondo de rescate se utilizará -el temporal o el permanente- para inyectar el dinero. Finalmente, podrían acabar empleándose los dos, pero los socios preferirían recurrir al de carácter fijo, el denominado Mecanismo Europeo de Estabilidad.