El turismo mantiene el pulso

El único sector que aguanta el tipo en la provincia es el relacionado con los servicios y el turismo. La hostelería mantiene, a duras penas, el pulso a pesar de la delicada situación económica y la caída del consumo doméstico. Las expectativas que manejan los empresarios gaditanos para la temporada de verano que se viene encima son algo más alentadoras si cabe que las del año pasado. Prevén, por un lado, un ligero repunte en la contratación temporal para hacer frente a la demanda. Por otro, confían en que el turismo internacional salve los datos de ocupación, ya que las familias españolas están aguantando hasta el final para hacer su reserva, algo que siembra de incertidumbre el comportamiento final e impide hacer una planifiacción a largo plazo. Sin embargo, la patronal tiene muy claro que la crisis no evitará que las familias españolas tomen sus vacaciones. Desde luego serán más cortas en el tiempo y la incógnita que queda por depejar es si finalmente se reactivará el consumo. Demasiadas dudas, aunque la patronal se muestra optimista. Los datos del paro en la provincia de los dos últimos meses han tenido un comportamiento positivo gracias al sector servicios. Las contrataciones de abril y mayo han sido clave para rebajar la cifra de desempleados y situarla ahora en 193.000 parados. A falta de un tejido industrial sólido y de un boyante sector de la construcción, el turismo se erige de nuevo en motor para el desarrollo provincial. La economía de Cádiz no puede depender, casi en exclusiva, de la evolución que experimente el turismo. Resulta una medida muy frágil y arriesgada. El turismo en la provincia es muy estacional, ya que solo funciona durante los meses de verano. La terminación de los contratos de temporada provocan, como es habitual, un terremoto laboral cada otoño. El sector servicios es importante, pero debe funcionar acompañado de otros que garanticen la estabilidad.