Accionistas forzosos de Bankia
Actualizado: GuardarSe dice que las cosas a veces no solo no mejoran, sino que son susceptibles de empeorar. Pues bien, en el caso de España parecemos condenados inexorablemente al empeoramiento. Por si fueran pocas nuestras desgracias políticas, económicas y laborales, ahora hay que añadirles las bancarias.
Cuando ya creíamos que lo habíamos visto y oído todo sobre la chapuza, la ocultación, la mala gestión, la corrupción, el fraude, la estafa, la falsedad documental, la apropiación indebida, la alteración de balances o la administración desleal, ahora sale el caso Bankia para recordarnos que los españoles siempre somos capaces de superarnos. Eso sí, como estamos encantados de hacer y seguir haciendo mal las cosas, primero, no vamos a crear ninguna comisión de investigación ni a exigir responsabilidades a los políticos y gestores que llevaron a la ruina a dicha entidad bancaria, y, segundo, para rematar el disparate, convertimos a todos los españoles en accionistas forzosos de una entidad arruinada.
No, señor Rajoy, usted no puede convertir su mayoría absoluta en una tontería absoluta; si usted quiere invertir 23.000 millones, que es lo que se dice que costará la nacionalización de Bankia, hágalo en educación y en investigación. Ahí es donde yo quiero invertir mi dinero; ahí es donde deseo ser accionista.