El exministro Jaime Mayor, en una protesta de Voces contra el Terrorismo en 2011. :: C. MOYA / EFE
ESPAÑA

El Ejecutivo evita criticar la marcha de las víctimas del terrorismo

Soraya Sáenz de Santamaría mantiene que no se cederá ni se negociará con los terroristas «pase lo que pase»

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Gobierno quiere evitar a toda costa cualquier roce con las víctimas del terrorismo, sobre todo en la víspera de la que será la primera protesta contra la política antiterrorista del Ejecutivo desde la llegada al poder de Mariano Rajoy. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría rechazó exteriorizar el malestar del Gobierno por la concentración convocada por Voces contra el Terrorismo (VcT), que acusa al Ministerio del Interior de «ceder» ante los terroristas.

Ni en la Moncloa ni en Interior entienden el motivo de esta protesta cuando, insisten hasta la saciedad, el Gobierno no ha cambiado su política de firmeza contra los terroristas y ha garantizado que no se sentará a negociar con la organización terrorista hasta que ETA no se disuelva definitivamente y entregue las armas. La vicepresidenta midió sus palabras tras el Consejo de Ministros: «El Gobierno respeta el derecho de manifestación y la opinión de cualquier colectivo y especialmente de las víctimas del terrorismo que tienen mucho que decir, pues son la parte más perjudicada de la actividad terrorista», señaló.

Pero, acto seguido, recalcó que el Ejecutivo de Rajoy mantiene intacta la política antiterrorista que surgió del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo suscrito con el PSOE en 2000 durante el Gobierno de José María Aznar, y no va salirse de esa línea. «Esa es nuestra vía, no se va negociar nunca con los terroristas, que lo que tienen que hacer es disolverse y de ahí no nos vamos a mover, pase lo que pase», insistió.

Desde luego no habrá representación oficial del PP, a diferencia de otras convocatorias de víctimas, en esa concentración que tendrá lugar esta tarde en la madrileña Plaza de Colón. A título individual, eso sí, en la protesta contra el Gobierno estará la eurodiputada del PP Teresa Jiménez Becerril, hermana del concejal Alberto Jiménez Becerril asesinado por ETA junto a su esposa en Sevilla. La presencia de Jiménez Becerril ha levantado ampollas en el Ejecutivo y en el partido.

El propio ministro del Interior, Jorge Fernández, reconoció que no le «gusta» que compañeros de partido estén presentes en esa concentración. El responsable de Justicia y Libertades del PP, Iñaki Oyarzábal, recordó, por su parte, que no hay motivos para la protesta porque no ha habido «ningún tipo de cesión política» a la banda terrorista.

La protesta de la plataforma Mujeres por la Justicia, que es un apéndice de Voces contra el Terrorismo, la asociación que preside Francisco José Alcaraz, tampoco ha suscitado el apoyo unánime del resto de colectivos de víctimas del terrorismo, que, como mínimo, consideran precipitada la concentración. Es más, incluso ha provocado divisiones. La mayoritaria Asociación de Víctimas del Terrorismo, presidida por Ángeles Pedraza, ha dejado a sus asociados libertad para acudir a la concentración de Alcaraz, aunque ha dejado claro que no se suma oficialmente.

Cautela

La AVT, aunque molesta con la política antiterrorista del Gobierno y particularmente con el plan integral de reinserción de presos de ETA puesto en marcha por Fernández, no quiere un enfrentamiento directo con el Gobierno, con quien mantiene habituales contactos. Sí irán a Colón, no obstante, miembros de la candidatura alternativa crítica con Pedraza, que salió derrotada el pasado mes en la asamblea de la AVT. La Fundación Gregorio Ordóñez, otrora cercana al PP, también ha confirmado su asistencia.

La protesta tendrá como lema «Ante la impunidad, Justicia» y tiene como objetivo empezar una nueva «rebelión cívica» para exigir al Gobierno que no consume la «traición a las víctimas» con el plan de reinserción de presos de ETA. Alcaraz ha llegado a tildar ese programa de «coladero perfecto» para que los terroristas alcancen la «impunidad».