«Todos escuchamos esos gritos de mono»

El racismo ha irrumpido a las primeras de cambio en la Eurocopa. Mark van Bommel denunció ayer que la selección de Holanda escuchó «gritos de mono» en una sesión de entrenamiento en Cracovia, por lo que se ha informado inmediatamente a los responsables del torneo. «Todos pudimos escuchar esos gritos de mono (durante un entrenamiento público en Cracovia). Es algo que no se puede aceptar. Hemos reaccionado bien y el asunto se recondujo», afirmó el capitán de Holanda, en alusión a la decisión del seleccionador Bert van Marwijk de desplazar al equipo al otro extremo del terreno de juego para alejarse del foco de conflicto.

«Durante el torneo, si uno solo de nosotros tiene que escuchar esos gritos, iremos inmediatamente al encuentro del árbitro para pedirle que intervenga», añadió el centrocampista holandés del Milan. La UEFA confirmó el jueves que hubo protestas en el entrenamiento de Holanda, pero desmintió que se tratara de un acto racista, sino que era críticas hacia el propio organismo por no haber incluido a Cracovia entre las sedes del torneo.

Durante el calentamiento del jueves, un pequeño grupo de los 25.000 espectadores asistentes a la sesión dedicaron «gritos de mono» a los jugadores negros del equipo neerlandés, según De Telegraaf.

Un periodista de la radio holandesa RNW insistió en que sí fue un caso de racismo, pero que fue rápidamente abortado cuando intervinieron los responsables del estadio de Cracovia. El miércoles, Michel Platini, presidente de la UEFA, recordó en la rueda de prensa previa al inicio del torneo que el organismo está comprometido en la lucha contra los actos racistas en los estadios.

Recientemente, el delantero italiano de origen ghanés Mario Balotelli había hablado ya de este asunto, cuando dijo que si era víctima de racismo durante la Eurocopa abandonaría el terreno de juego e iría a la cárcel porque «mataría» a quien le tirase un plátano. En la 'squadra azzurra' están dispuestos a sumarse a su gesto si la situación lo requiere.