José Manuel Durao Barroso y Angela Merkel comparecen ante los periodistas en la Cancilleria alemana en Berlín. :: KAY NIETFELD / EFE
Economia

Bruselas da aire a España al apoyar ayudas para salvar a la banca

La Comisión también propone que el fondo de rescate recapitalice a las entidades sin que los estados sean intervenidos

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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España recibió ayer un auténtico balón de oxígeno en su lucha por sacudirse la presión de los mercados y alejar el fantasma del rescate. La Comisión Europea (CE) apostó sin ambigüedades por reformar el fondo de emergencia para que la banca pueda recapitalizarse directamente. La medida, que ya forma parte de las negociaciones para refundar la Eurozona, permitiría inyectar dinero comunitario en las entidades españolas sin que el Gobierno se vea intervenido por Bruselas.

El comisario de Economía, Olli Rehn, certificó su cambio de postura durante una comparecencia junto al ministro de Finanzas francés, Pierre Moscovici. Ambos defendieron la necesidad de que la banca pueda acudir al Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fondo de rescate permanente que empezará a funcionar en julio. El Gobierno galo expresó hace varias semanas su respaldo a esta vía directa para las entidades, pero Bruselas había manifestado hasta ahora algunas reservas. El responsable finlandés aseguró el pasado miércoles que la medida podría plantearse sin prisas y de cara al futuro, una afirmación que multiplicó la presión de los mercados sobre España.

Rehn revisó ayer su orden de prioridades y subrayó que las inyecciones directas a la banca son «una cuestión clave a corto, medio y largo plazo». Según explicó, esta opción sería decisiva para «romper el vínculo» entre la crisis de la deuda y la fortaleza del sistema financiero. El comisario finlandés enmarcó el planteamiento en las negociaciones que se llevan a cabo para impulsar la unión bancaria. Los socios comunitarios se han fijado como objetivo dar un salto histórico en la arquitectura de la zona euro para disipar cualquier duda sobre su superviviencia. Todavía se debaten distintas alternativas, pero el control conjunto del sistema financiero se ha convertido en la idea estrella.

La recapitalización directa de la banca, sin embargo, no requiere un cambio sustancial en las reglas del club del euro. Simplemente, se necesita modificar el Mecanismo de Estabilidad, actualmente en proceso de ratificación por los parlamentos nacionales y que contará con una potencia de fuego de medio billón de euros. La normativa obliga a los países a pedir ayuda, aunque el dinero sea para su sector financiero. Si España tuviera que verse en esa situación por la imposibilidad de captar dinero en los mercados, el Gobierno tendría que aceptar un nivel de supervisión exterior como el que soportan Grecia, Irlanda y Portugal.

Presiones a Rajoy

Alemania, principal contribuyente del fondo de rescate, se niega a abrir el grifo sin que una autoridad europea verifique el cumplimiento de los requisitos exigidos a cambio de la concesión de las ayudas. Incluso, este fin de semana se ha especulado con que Angela Merkel ha presionado a Mariano Rajoy para que solicitara auxilio para la banca, lo que estigmatizaría al país y podría provocar más convulsiones en los mercados. Ayer, un portavoz del Ejecutivo de Berlín rechazó cualquier tipo de movimiento para convencer a España. «Cada país tiene que decidir si solicita o no el rescate», aseveró antes de apuntar que «el Gobierno español merece todos los respetos por su esfuerzo para recapitalizar las entidades». Con Alemania enrocada, las inyecciones directas a la banca aparecen como un cromo más en las negociaciones para profundizar en la integración de la zona euro. Los socios se han embarcado en este diálogo con la vista puesta en la cumbre de presidentes del 28 y 29 de este mes. Entonces, está previsto que se decida el nuevo rumbo del bloque para toda esta década. De momento, se habla esencialmente de tres frentes: unión bancaria, eurobonos y una autoridad presupuestaria común. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, se reunió anoche con Merkel para acercar posturas después de que la canciller proclamara que no debían existir «tabúes» en las conversaciones.

Merkel alentó las posibilidades de una solución para las entidades españolas al apostar por «mecanismos de supervisión bancaria», un guiño a la fusión del control del sistema financiero que podría incluir las recapitalizaciones directas. La canciller no entró en más detalles, pero los analistas ya especulan con que estaría dispuesta a levantar su veto a los eurobonos. Para ello, los socios deberían aceptar una transferencia de competencias a Bruselas e incluso la creación de una institución para controlar los presupuestos nacionales. Este rediseño de la moneda única, que Rajoy ofreció su respaldo, implicaría una mayor integración de los mercados laborales, la Seguridad Social y la gestión de los impuestos.