El Museo del Títere, listo para abrir

Es uno de los proyectos estrella de cara al Bicentenario, tan importante, que estaba previsto que abriese al público a principios de año, pero no siempre las cosas salen como uno quiere. Tras meses de espera, y en el ecuador del año, por fin han terminados las obras del Museo del Títere.

Así lo confirmó ayer la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, que acompañada por el teniente de alcaldesa de Cultura, Antonio Castillo, y por técnicos municipales de las áreas de Urbanismo y Cultura, visitó las instalaciones, que se encuentran en las bóvedas de las Puertas de Tierra. El recorridó se realizó tras finalizar la obra civil que ha acometido la reforma y mejora de la construcción que acogerá, entre otros fondos, la Colección de Títeres de Ismael.

La alcaldesa explicó que los trabajos se han llevado a cabo «con mucho esfuerzo y han propiciado nuevas oportunidades a la ciudad, como la conexión del citado Museo con el foso de las Puertas de Tierra donde se realizarán actividades al aire libre».

Precisamente, la regidora apuntaba que uno de los aspectos importantes de este proyecto se basa en «el aprovechamiento del foso ajardinado que conecta con la estación de trenes y con el solar de entrada de las bóvedas. Ambos espacios se utilizarán como entrada adicional al museo y, sobre todo, como escenario de otros eventos culturales. También contarán con protagonismo las dos claraboyas de las bóvedas, alrededor de las cuales circularán todas las actividades del museo».

La superficie útil del Museo es de 1.500 metros cuadrados, que en breve podrán ser visitados por los gaditanos -los últimos datos señalaban principios de julio como la fecha de apertura- en unas jornadas de puertas abiertas, según adelantó Martínez, previas a su puesta en funcionamiento.

Tras esta actuación en el Museo del Títere, se reurbanizará la calle por la que se accede a las bóvedas de Santa Elena, se instalará una reja similar a la del Museo Litográfico y se realizará un primer proyecto de adaptación de uso de las bóvedas de la antigua Casa del Niño Jesús para su conversión en el Museo de la Prensa.