Irlanda acepta el pacto fiscal europeo
El 'sí' ascendió a un 60,3%, aunque solo la mitad del electorado acudió a votar un referéndum decisivo
LONDRES. Actualizado: GuardarEl primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, acogió ayer con alivio el «claro y decisivo» voto en favor del Tratado de Estabilidad Europeo resultante del referéndum de ratificación celebrado el pasado jueves. Con una participación del 50,6% de los llamados a las urnas -en torno al 1,5 millones de votantes- el recuento dio la victoria al sí con un margen más amplio de lo anticipado: 60,3% de los votos frente al 39,7% del bloque opuesto. «Es una poderosa señal», dijo el Taoseaich, «de la seriedad con el país quiere superar nuestros retos económicos».
Irlanda es el único miembro de la Unión Europa que somete al voto popular el pacto fiscal antes de su ratificación en el parlamento. Pero este tratado solo necesita el visto bueno de 12 de los 17 europaíses para entrar en vigor en enero de 2013. La luz verde del electorado irlandés, advirtió Kenny, «no resuelve todos nuestros problemas económicos, pero es una piedra fundacional para asegurar que la economía se sostenga en tierra firme». Para el vice primer ministro en el gobierno de coalición, el laborista Eamon Gilmore, superar el referéndum era «un paso necesario en el camino hacia la recuperación».
Un destacado político en la coalición del sí, Micheál Martin, líder de Fianna Fail, fue más pragmático y aceptó que un amplio sector de los que votaron positivamente considera el Tratado de Estabilidad como «el menor de dos males». Este bloque centró su campaña en el riesgo a dar la espalda al corsé fiscal diseñado por Alemania y aprobado en Bruselas que para el bando contrario únicamente garantiza más austeridad. «Solo hemos perdido una batalla en una larga guerra de ideas», dijo Gerry Adams, presidente de Sinn Fein, la formación que luchó por el no junto a la Alianza de la Izquierda Unida y otras pequeñas organizaciones.
Victoria del miedo
El miedo venció finalmente al malestar por el programa de austeridad que acompañó en noviembre de 2010 al paquete de rescate de la EU y el Fondo Monetario Internacional por un total de 67.500 millones de euros. Los votantes temieron no poder recurrir al Mecanismo Europeo de Estabilidad y sus depósitos de 700.000 millones de euros que se destinarán a partir de enero de 2013 a los países con las arcas vacías.
Kenny habló ayer con los presidentes de la Comisión y del Consejo Europeos, además de sus homólogos en los países de la zona euro, incluido el presidente español, Mariano Rajoy, «de los asuntos importantes que se derivan» del sí irlandés. «El sector bancario europeo necesita una solución comprehensiva y la deuda de la banca irlandesa debe formar parte de la solución», advirtió.
La restructuración y saneamiento de los bancos irlandeses está entre las asignaturas pendientes junto a medidas impopulares que se aparcaron en los meses previos al referendo de ratificación. Entre ellas, destaca un impuesto sobre la propiedad, la introducción de tasas por el consumo de agua y otros cargos que afectan en especial al sector agrícola.