El Supremo da la razón a un padre divorciado que pidió dividir en dos la casa
MÁLAGA. Actualizado: GuardarEl Tribunal Supremo ha dado la razón a un padre divorciado que pidió dividir en dos la vivienda familiar para instalarse en la planta baja del inmueble, y atribuyó a la madre de sus dos hijos el uso del resto del domicilio, que el matrimonio compartió durante diez años.
El Supremo ha tenido en cuenta que se trata de un inmueble de tres plantas, en el que es posible la división material y que no existe conflictividad entre los cónyuges. En este sentido, la sentencia señala que el inmueble es propiedad exclusiva del marido -lo adquirió antes del matrimonio- y que la propuesta de división no es tal, sino «una redistribución de espacios en el inmueble que no altera su régimen», con lo que se protege el interés de los hijos menores y del propio marido. De esta forma se formula la doctrina de que «cabe la división material de un inmueble en el procedimiento matrimonial» cuando ello sea lo más adecuado para proteger el interés del menor, siempre que la división es posible y útil porque las viviendas resultantes reúnan las condiciones de habitabilidad.
En su momento, la madre argumentó que la división de la vivienda podría constituir un «ataque a la intimidad de las personas que supondría seguir habitando los ex cónyuges divorciados en el mismo inmueble».