Rubalcaba y Duran i Lleida, en un momento de la reunión que mantuvieron ayer en el Congreso. :: FERNANDO ALVARADO / EFE
ESPAÑA

Rubalcaba reclama ahora de la mano de CiU «grandes pactos» frente a la crisis

El líder de la oposición advierte aun así de que no se adherirá a las iniciativas del Gobierno sin negociación previa

MADRID. Actualizado: Guardar
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Niguno de los dos apoyó ayer la última reforma del sector financiero impulsada por el Gobierno, pero tanto Alfredo Pérez Rubalcaba como Josep Antoni Duran i Lleida reclamaron a Mariano Rajoy que se esfuerce por lograr acuerdos ahora que España atraviesa «un momento muy difícil». «Consenso -matizó el líder de la oposición- no es adhesión; eso no es posible en democracia».

En su apuesta por ejercer una «oposición útil», para disgusto de una parte de su partido, el secretario general del PSOE abrió ayer con Duran lo que pretende convertir en una ronda de contactos con todos los portavoces parlamentarios. Su sintonía con el líder de CiU en el Congreso, sin embargo, será más fácil que con el resto porque él lleva ya años defendiendo que esta crisis requiere grandes pactos de Estado.

El nacionalista cristianodemócrata, aun así, echó en cara al PSOE el pasado viernes su posición, tras la entrevista que mantuvo con el presidente del Gobierno en la Moncloa. «Puede haber la tentación de decir: 'yo me siento a hablar, pero como no estoy en el Gobierno, lo hago para que no salga la reforma laboral o para para que no se aplique determinada medida'», censuró. «Un pacto de Estado -prosiguió el portavoz de CiU en el Congreso- es para hacer lo que se necesita que se haga, no para rebajar los planteamientos de aquello que es imprescindible para la situación económica del país».

Casí una semana después, y con la situación financiera del país cada vez más deteriorada, Duran puso en cambio la pelota en el tejado del Gobierno y coincidió con Rubalcaba en que es al presidente a quien corresponde dar los primeros pasos para que el acuerdo sea posible. «Son tiempos en que las mayorías absolutas no son suficientes. Unos podemos pedir una cosa, pero quien tiene la facultad de poder reunirnos y hablar no es la oposición», insistió.

De momento, sigue sin haber ambiente de pacto aunque el clima político ha mejorado sustancialmente en las últimas semanas. Rubalcaba se quejó, por ejemplo, de que el PP se opusiera a celebrar comparecencias públicas en el Congreso de todos los responsables de la situación por la que atraviesa Bankia y afirmó que fue esa actitud la que le empujó a tomar una decisión a la que hasta el mismo miércoles por la tarde se resistía: la solicitud de una comisión de investigación. «No nos han dejado margen», dijo.

Exigencias

Tampoco el PSOE dio el 'sí' al decreto para «sanear» la banca, a pesar de que el Ejecutivo se comprometió a modificar algunos aspectos del texto durante su tramitación como proyecto de ley en las Cortes. Aspectos que tienen que ver con la exigencia de los socialistas para que se garantice que no se perderá dinero con las ayudas públicas y que se buscarán soluciones para quien tiene problemas con las hipotecas.

Los socialistas están atrapados entre la voluntad de lanzar un mensaje de unidad al exterior y el deseo de volver a conectar con un electorado que sintió abandonado en los últimos años del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Por eso, Rubalcaba hizo hincapié también en que espera la convocatoria de la Conferencia de Presidentes para que los gobernantes autonómicos y el Ejecutivo central hablen de Educación y Sanidad y «que los ciudadanos vean -dijo- que aquí se habla de todo», no solo de cómo salvar a los bancos.