La eterna crisis del Corpus

Por fuerza de repetirlo, la sangría del Corpus no se antoja más amable. En pleno 2012, bicentenario de una festividad de Corpus Christi que puso en 1812 más de 15 pasos en la calle, como muestra de poder y superación ante el francés, la fiesta de este año afronta un nuevo recorte que se suma al declive de años anteriores. En esta ocasión, será la tradicional alfombra de Corpus que se venía realizando en la plaza de San Juan de Dios la que dejará de prepararse. Ya el año pasado, fue replanteada y pasó a ver reducido su tamaño. Este año, tal y como explicó ayer el presidente del Consejo, Martín José García, el motivo se encuentra en la reforma de la plaza. Y es que, al parecer, las arenas coloreadas de la alfombra podían afectar a la nueva solería de granito de la zona. Por ello, se ha optado por acabar con una tradición que hacía aguas cada año. Lo que sí se conservará es la instalación de los toldos de San Juan de Dios, como confirmó García.

Aunque los actos con motivo del Corpus serán presentados hoy mismo en el transcurso de una rueda de prensa (en la que también se presentará el cartel anunciador), ya ha trascendido el itinerario de una procesión que, salvo la pérdida de la alfombra, no presenta grandes novedades. El Pontifical será a las 10 de la mañana, con lo que el cortejo recupera su tradicional horario de salida, tras el adelanto del año anterior debido al calor. Una vez acabe la misa, la procesión tomará por la plaza Pío XII, Compañía, Santiago, Candelaria, Santo Cristo, Manzanares, Plaza Vargas Ponce, Sánchez Barcaiztegui, San Francisco, Nueva, plaza de San Juan de Dios, Pelota, plaza Pío XII a la Catedral.

Está por ver el número final de cofradías, parroquias o particulares que se suman a montar altares y engalanar balcones. Un exorno que también ha caído en los últimos años, salvo repuntes como los del año anterior en el que se instalaron 9 altares al paso del Santísimo Sacramento. Este año, ya han confirmado su presencia El Perdón, Luz y Aguas, Cigarreras, Medinaceli, Sagrada Cena (que volverá a sacar a su titular), la parroquia de la Castrense y la Esclavitud de la Merced.

La otra modificación de este año vendrá por la parte económica. Así, el Ayuntamiento ha optado por pagar las facturas de los proveedores de las cofradías, en lugar de subvencionarlas. Tal y como explica el hermano mayor de Sagrada Cena, Benjamín Muñoz, la Concejalía de Fiestas abonará parte de estas facturas en un importe máximo de 300 euros IVA incluido. Un importe sensiblemente superior a lo que invierte una hermandad en un montaje de estas características. El propio Muñoz reconoce que tan solo en flores, su altar sobrepasa los 700 euros para montar el monte sobre el que procesional el Señor. Todo ello, cuando el Consistorio adeuda todavía las subvenciones a altares de los años 2010 y 2011, como reconoce el hermano mayor de El Perdón, Manuel Garrido.

Igualmente, este año se da por descartado la salida en el cortejo de más imágenes, más allá de la Patrona, que acompañen al Carro con el Santísimo Sacramento. De momento, no ha prosperado el anhelo de muchos cofrades por ver en la procesión las imágenes de los patronos de la ciudad, San Servando y San Germán, como lo hacían anteriormente. Así las cosas, el atractivo de la jornada se verá incrementado gracias a una cita 'externa' al Corpus, las procesiones de traslado por la tarde de Piedad y de la Virgen de las Penas. Un bálsamo para una fiesta que reclama el lustre perdido con los años.