El tercer hombre. El candidato naserista Hamdin Sabahi saluda a sus seguidores en la capital egipcia. :: MAHMUD HAMS/ AFP
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El rechazo a todos los recursos agita el clima electoral en Egipto

Al aspirante islamista a presidente le empiezan a llegar apoyos que persiguen frenar al 'heredero' de Mubarak

EL CAIRO. Actualizado: Guardar
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Esta vez no hubo sorpresas. La Comisión Electoral egipcia confirmó ayer, ya con los resultados oficiales en la mano, que el hermano musulmán Mohamed Mursi y el mubarakista Ahmed Shafiq se verán las caras en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. El organismo constató también que la participación, del 46%, ha sido moderada, sobre todo teniendo en cuenta que era la primera vez que los egipcios podían elegir de forma libre y democrática a su presidente. Ninguno de los recursos presentados por cuatro candidatos presidenciales (Shafiq, Abdelmoneim Abul Futuh, Hamdin Sabahi y Amro Musa) han sido aceptados por la Comisión, cuyas razones no han convencido a los aspirantes.

Pequeñas concentraciones de jóvenes descontentos con los resultados se reunieron ayer en la plaza Tahrir de El Cairo y en algunos puntos de Alejandría para mostrar su rechazo al candidato que encarna, aseguran, aquello contra lo que lucharon, Ahmed Shafiq. Piden además que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre la ley impulsada por el Parlamento que dejaría fuera de la carrera presidencial al último primer ministro de Hosni Mubarak. Abul Futuh, que era uno de los favoritos pero cuya candidatura se desinfló en los últimos días, aseguró que las elecciones no han sido limpias, y que no se permitió a los miembros de su campaña ver las listas de votantes, ni antes ni después de los comicios.

El otro gran derrotado, Amro usa, también compareció ante los medios para anunciar que no piensa apoyar a ninguno de los dos finalistas. «La vuelta al antiguo régimen es inaceptable, lo mismo que explotar la religión en la política», dijo ante la prensa. Sin embargo, dejó abierta la puerta para negociar con otros partidos. «Yo no he hablado aún con nadie. Si quieren dirigirse a mí lo consideraré», aseguró.

Con más de 5,7 millones de votos, Mursi ha obtenido un 24,4% de los sufragios y su rival en la segunda vuelta, Shafiq, se ha quedado a tan solo 250.000 papeletas, con un 23,3%. Los datos oficiales también confirman que el naserista Sabahi casi ha rozado la segunda vuelta y ha obtenido solo cuatro puntos menos que el islamista.

A la vista de los resultados, las fuerzas políticas egipcias empiezan a posicionarse. El partido salafista Al-Nur anunció que «no tienen otra opción» y que apoyarán a Mursi, según dijo un portavoz en la provincia de Beni Suef. Al parecer, el grupo ya ha empezado a coordinarse con el Partido Libertad y Justicia, el brazo político de los Hermanos Musulmanes, para hacer campaña a favor del islamista. La religión, reconoció el portavoz, ha tenido más peso que la política en esta decisión, a pesar de las diferencias que este grupo fundamentalista mantiene con la cofradía. Los Socialistas Revolucionarios también darán su apoyo a Mursi, aunque con condiciones. Exige al candidato de la cofradía que prometa que designará un primer ministro que no pertenezca a los Hermanos Musulmanes y que formará un consejo presidencial.