Mueren cuatro niños españoles en un fatídico incendio en Catar
El fuego declarado en la guardería de un centro comercial se cobró 19 vidas, entre ellas las de 13 menores
EL CAIRO. Actualizado: GuardarCuatro niños españoles, hijos de familias residentes en Catar, se encuentran entre los 19 fallecidos ayer en un catastrófico incendio en un centro comercial de lujo en Doha, la capital de Catar. La mayor parte de las víctimas del accidente son niños y sus maestros que se encontraban en una guardería del edificio. Las causas del fuego no están claras, pero varios testigos relataron ayer a los medios cataríes que los aspersores y otras medidas contraincendios no se pusieron en marcha.
El incendio se desató a media mañana, anunció ayer el ministro del Interior catarí, Abdula bin Nasser al Zani, quien aseguró que a última hora de la tarde el fuego estaba ya controlado y los bomberos trabajaban para enfriar el edificio. Las imágenes que mostraban las televisiones en el lugar, entre ellas Al Yazira, que tiene su sede en Doha, mostraban una enorme columna de humo que salía del lujoso centro comercial Villaggio, así como a miembros de los equipos de rescate que sacaban en brazos a niños inconscientes. Otras imágenes enviadas por personas que se encontraban en el edificio durante el incendio muestran los pasillos llenos de humo y a personas huyendo despavoridas.
Fuentes del ministerio de Exteriores español confirmaron ayer que cuatro de los pequeños eran españoles residentes en Catar, y explicaron que «aún no se conoce el número definitivo de víctimas». Un responsable del Hospital Infantil Hamad, al que llevaron a los heridos, aseguró a Efe que un extranjero había perdido en el incendio a tres de sus hijos. Se trata, al parecer de Camilo Travesedo, jefe de obra de la empresa OHL, que está construyendo un hospital en el país. Los niños tenían entre 2 y 7 años.
La otra niña, de 7 años, es natural de Campo de Criptana, en Ciudad Real, según reveló ayer el alcalde de la localidad a Radio Castilla La Mancha. Sus padres emigraron al rico emirato hace siete años por motivos laborales. La pujanza económica de Catar, rico en petróleo y gas, atrae cada año a más españoles. Actualmente hay 641 registrados en el consulado de Doha.
Todos los fallecidos, incluidos los 13 niños, son extranjeros, entre ellos filipinos, sudafricanos, japoneses, los españoles y otros europeos y árabes, explicó la corresponsal de Al Yazira en el lugar. De los seis adultos que perecieron en el accidente, cuatro son educadores y dos bomberos. Hay también al menos 17 heridos, la mayor parte de ellos miembros de los servicios de emergencias.
Difícil acceso
Los niños, que tenían vacaciones durante esta semana, se encontraban en la guardería 'Gympanzee', en el primer piso, en un lugar de muy difícil acceso para los bomberos, según relataron testigos a distintas agencias. Los equipos de emergencia tuvieron que acceder al parque infantil por el tejado con mucha dificultad. «Hemos hecho todo lo que hemos podido pero, cuando llegamos allí, los niños estaban atrapados. Sentimos mucho lo que ha ocurrido. Hemos hecho todo lo posible por salvar a estas personas», lamentó Abdula bin Nasser al Zani.
Durante todo el día de ayer, los diarios electrónicos del país apenas dieron información sobre el terrible incendio. A través de un mensaje de Facebook, el ministerio del Interior pidió a los cataríes que «cooperen con la Policía para trasladar solo los hechos», y que «no se difundan rumores que creen pánico entre la gente. Sean responsables y cooperen con los departamentos de seguridad», sentenciaba el mensaje en un país donde la información está fuertemente controlada. El ministerio también ha asegurado que se ha iniciado una investigación para conocer las causas del incendio. Aunque todos los edificios del reino cumplen con la normativa de seguridad, dijo ayer el ministro, se formará un comité especial para vigilar los estándares de construcción.
Un pariente de un niño de dos años que falleció en el incendio dijo a Reuters que no parecía que hubiera «ni alarmas de incendios ni aspersores en el centro comercial». El Vilaggio, que abrió sus puertas en 2006, es uno de los centros comerciales más lujosos de un país donde abunda la exclusividad. El complejo, de temática italiana y que cuenta incluso con un canal con góndolas, está sembrado de boutiques y tiendas de moda, restaurantes, cafés, un hotel y hasta una pista de patinaje sobre hielo.
Catar tiene el PIB per cápita más alto del mundo, y solo el 20% de su población son cataríes. El resto de los algo menos de dos millones de personas que vive en esta península en el golfo Pérsico son de origen extranjero.